OMGYes.com:
representación y masturbación femenina desde
una mirada
comunicacional
OMGYes.com:
representation and female masturbation from a communication perspective
|
Juliana Serra |
|
|
|
Universidad Nacional de Rosario – Argentina |
Recibido: 15-03-2023
Aceptado: 06-06-2023
El objetivo de este
artículo es describir y analizar las representaciones
sobre sexualidad y masturbación en vulvas encontradas dentro del sitio web OMGYes.com, a partir de un estudio documental realizado sobre su estrategia
comunicacional en la versión del año 2019 del sitio. OMGYes es un proyecto digital que demuestra un abordaje analítico
hacia la masturbación en vulvas, por lo que se propone describir la manera en
que ésta se encuentra exhibida, representada y dirigida. Las conclusiones del
artículo se basan en el placer propuesto por OMGYes entendido como un
producto cultural que no es accesible para todas las personas, y la necesidad
de la investigación y divulgación de temas como la masturbación en vulvas para
ampliar los conocimientos referidos a la sexualidad y democratizar la
información.
Palabras claves: comunicación, sexualidad, género, masturbación,
representación.
Abstract
The objective of
this article is to describe and analyze the representations of sexuality and
masturbation in vulvas found within the OMGYes.com website, based on a
documentary study carried out on its communication strategy in the 2019 version
of the site. OMGYes is a digital project that demonstrates an analytical
approach to vulvar masturbation, for which it intends to describe the way in
which it is exhibited, represented and directed. The article’s conclusions are
based on the pleasure proposed by understanding OMGYes as a cultural
product that is not accessible to all people, and the need for research and
sharing of topics such as vulvar masturbation to expand knowledge related to
sexuality and democratize information.
Keywords: communication, sexuality, gender, masturbation, representation.
1. Introducción[1]
El objetivo de esta investigación es describir y
analizar las representaciones sobre sexualidad y masturbación en vulvas[2]
dentro del sitio web www.omgyes.com
desde una perspectiva comunicacional, siendo así la naturaleza de su
metodología de tipo cualitativa. La misma hace referencia al proceso
interpretativo de indagación basado en distintas tradiciones metodológicas como
la teoría fundamentada en los datos, la etnografía y el estudio de casos, que
examinan un problema humano o social (Vasilachis, 2006). La metodología
implementada en este artículo fue el de análisis documental (con perspectiva
comunicacional) de los recursos visuales (imágenes, videos) y discursivos, que
se encontraron en el sitio web y conformaron la estrategia comunicacional de OMGYes.
Además, se propuso indagar e identificar la representación de mujer y
femineidades[3]
desarrolladas en la materialidad del discurso de OMGYes así como su
concepto de sexualidad.
Para contextualizar, la elección de este sitio web
en particular deviene de la agenda feminista actual que apunta a una
reivindicación de la sexualidad de femineidades teniendo al deseo y al goce
como núcleos de la autonomía feminista, es decir, del poder de decisión sobre
nuestros deseos y placeres teniendo pleno conocimiento sobre nuestros cuerpos a
partir de la experiencia; algo bastante
impensado muchos años atrás donde mujeres y femineidades no podían permitirse
experimentar y conocer su propio cuerpo (Peker, 2018). En la actualidad, se
encuentra una cantidad de inagotables tecnologías que, como OMGYes, promueven el
(re)encuentro y (re)conocimiento del cuerpo y la sexualidad.
OMGYes abrevia
las siglas de “Oh My God, Yes!”, una frase recurrente en el mundo del sexo, el placer y también de la
pornografía. Al observar la página web llama la atención el objeto en el que se
basa la misma, es decir, la práctica sexual del autoplacer o masturbación en
vulva. Se distingue tanto su abordaje analítico para encarar la especificidad de
esta práctica sexual, como también la representación de la misma y al público
al que está dirigida: personas mayores de 18 años que posean curiosidad e
inquietud sobre múltiples maneras de masturbación en vulvas (OMGYes, 2015). Al
identificar los recursos y discursos (gráficos y audiovisuales) de OMGYes,
surgieron los siguientes interrogantes: ¿qué representación de femineidades se
manifiesta en la página?, ¿cómo se comprende el placer desde la perspectiva de OMGYes? Y desde una visión comunicacional,
¿a qué público está dirigida?, ¿realmente rompe con el tabú de la masturbación
femenina o sólo argumenta sobre los beneficios de ella?
Dentro
de este artículo, se hablará de discurso en referencia no solo a los textos y
apartados dentro de la página web, sino que se tendrán en cuenta las
imágenes/fotografías, materiales audiovisuales, ilustraciones y demás recursos
gráficos en conjunto. Todos ellos son justamente el corpus seleccionado (landing o homepage, recursos
gráficos, audiovisuales y textuales) que involucra directamente a la
representación de la mujer y/o personas con vulva y su sexualidad que se deseó
describir en este artículo. Para ello, se consideró la mirada de Sandra Massoni
(2013) sobre el concepto de estrategia comunicacional:
“[...]
las Estrategias de comunicación son dispositivos de conversación micro/macro
social especializados en el análisis y la operación de lo comunicacional. Son
algoritmos fluidos, mapas dinámicos de las reconfiguraciones que se van
desplegando en los territorios a partir de las metodologías propias de la
especificidad comunicacional (Massoni, 2013a)” (Massoni, 2016: 98).
La
teoría de la comunicación estratégica formaliza a la comunicación como
encuentro y convergencia de la diversidad. Un modelo de trabajo transdisciplinario
que se enriquece a partir de pasos, técnicas y herramientas innovadoras que
integran actores implicándolos en una conversación social situada (Massoni,
2016). Es desde esta perspectiva que se pueden abarcar en su conjunto todos los
recursos utilizados en OMGYes para el tratamiento de la masturbación en
vulvas o autoplacer.
El
texto se organiza en 6 secciones. En la primera se explican las líneas de
análisis utilizadas para los diferentes recursos y discursos encontrados en el
sitio web. La segunda se basa en una descripción de la información obtenida
sobre OMGYes dentro del mismo sitio. La tercera refiere a una
historización sobre la masturbación y el placer de mujeres y femineidades en el
tiempo. La cuarta se trata del concepto de representación, el de sexualidad y
qué es lo que se entiende por ambos. En la quinta sección se despliegan 3
subapartados de apreciaciones o últimos acercamientos sobre el sitio web. En la
sexta se encuentran las conclusiones y en la séptima sección, la bibliografía y
citas utilizadas.
2. Metodología y
líneas de análisis
Como se
mencionó con anterioridad, en este apartado se desplegarán las líneas de
estudios utilizados para el análisis documental de los recursos discursivos del
sitio web OMGYes y así alcanzar el objetivo de la investigación, el cual
es identificar y describir, desde una perspectiva comunicacional, las
representaciones sobre sexualidad y masturbación en vulvas encontradas allí.
El corpus seleccionado fue analizado visual y
estéticamente a partir del material brindado por la Dirección de Arte de
productos multimedia de la Universitat
Oberta de Catalunya (2011), donde se describe al análisis visual como una
manera de vislumbrar la organización dentro del diseño de un proyecto,
constituyendo así la comunicación instrumental:
“El
diseño audiovisual, por su naturaleza híbrida, constituye un campo proclive a
la experimentación, [...] En tanto que diseño, su terreno de juego es la
resolución de problemas comunicativos ligados a medios que utilizan la imagen
como forma natural de transmisión de contenidos. Está, por tanto, al servicio
de un sistema de comunicación, cuyo lenguaje se conforma de signos provenientes
del diseño gráfico y el audiovisual” (Esquerdo, 2011: 5).
Iniciando
el análisis del corpus del sitio web, se realizó una descripción minuciosa
sobre sus recursos intentando comprender de qué manera estos aspectos
configuran la estrategia comunicacional de OMGYes.
Frente al material estudiado, se unieron dos conceptos: gráfica e información,
para así reafirmar el concepto de comunicación estratégica como espacio de
encuentro entre recursos y dispositivos. De este modo, se ataca al punto
neurálgico del diseñador/comunicador: la organización de la información, la manera
en que se presenta esa información frente a un público entendedor (Bonsiepe,
1999: 64).
Por
otra parte, el discurso de OMGYes
posee un peso notorio en la conformación de la identidad del público al que
está dirigido el contenido (personas mayores de 18 años que posean curiosidad e
inquietud sobre múltiples maneras de masturbación en vulvas. En este sentido,
se utilizó el concepto de materialidad que propone el autor Eliseo Verón (1987)
en su libro “La Semiosis Social: Fragmentos de una teoría de la discursividad” para ampliar la importancia de la
estrategia comunicacional. Verón sostiene que cualquier soporte material, a lo que llamamos
discurso o conjunto discursivo no es otra cosa que una configuración espacio
temporal de sentido y entendiendo que toda producción de sentido tiene una
manifestación material. Es esta materialidad lo que define el comienzo de todo
estudio empírico de producción de sentido. Como explica el autor:
“Siempre partimos de ‘paquetes’ de materias sensibles investidas
de sentido que son productos; [...] partimos siempre de configuraciones de
sentido identificadas sobre un soporte material” (Verón, 1987: 126).
En el caso de este artículo, el soporte material -o
producto- es el sitio web, y los recursos empleados allí son esos “paquetes” de
materias sensibles investidas de sentido que han de encontrarse. Las
estrategias comunicacionales pueden definirse entonces como puntos de
articulación de ciertas diferencias en función de intereses y necesidades de
grupos sociales que se reconocen como distintos. Es así como la tarea del
comunicador se basa en reconocer esta diversidad e indagar sobre aquellos
posibles puntos de concordancia, para operar desde allí en relación a un
objetivo (Massoni y Mascotti, 1996).
Otra
línea de análisis utilizada para el corpus fue la de los estudios culturales:
un abordaje cultural e histórico desde un punto de vista crítico, materialista
y empírico a partir del cual se formula un concepto de cultura en base a la
experiencia y la práctica (Valdettaro, 2015). Es a partir de estos conceptos
que se pudo advertir la construcción conceptual y cultural sobre lo que
significa la masturbación de femineidades a través del tiempo.
A su
vez, se hizo uso de la caja de herramientas conceptuales propuestas por los
feminismos, teniendo como referentes a autoras de los últimos años: Luciana
Peker (2018) y Virginie Despentes (2018), las cuales aportan noción sobre las
representaciones y luchas colectivas actuales de las mujeres y el colectivo
LGTBIQ+:
“El feminismo
pop tiene la idea de incorporar la cultura de masas a la práctica feminista.
Tanto el análisis de los productos culturales que consumimos diariamente como
con la posibilidad de aplicar la lucha por los derechos de la igualdad con
técnicas de guerrilla pop. Por ejemplo, cómo hacés llegar tu mensaje a través
de herramientas digitales, memes, youtube, gifts, trollear a tipos machistas
para dejarlos en ridículo” (Peker, 2018: 278).
3. ¿Hacia una mirada científica de la masturbación?
En este apartado, se propuso documentar las
distintas informaciones encontradas en el sitio web OMGYes para así explicar su relación con la masturbación en vulvas y el
placer. OMGYes es una página web
que se propone difundir técnicas de masturbación en personas con vulva. Según
su video introductorio, publicado en su homepage: “Actualmente estamos
en una época que aparenta ser tan progresiva, y el placer femenino no es un
tema del todo aceptado y en muchos casos continúa siendo un tabú” (OMGYes,
2015).
Figura 1. Imagen vídeo introductorio web OMGYes
Fuente: página web
OMGYES[4]
En su
búsqueda de información, el equipo de OMGYes entrevistó a 1.055 personas
autopercibidas como mujeres de entre 18 y 94 años donde comentaron sus
experiencias personales en relación a la masturbación en vulvas, según indica
el apartado Acerca de – El estudio (OMGYes, 2015). Así mismo, estas
entrevistas formaron parte de una investigación publicada[5]
con la autoría de miembros del equipo de
OMGYes el cual está conformado por investigadores,
cineastas, ingenieros, diseñadores, educadores y sexólogues, en conjunto con la
empresa For Goodness Sake LLC, la Universidad de Indiana e Instituto Kinsey de
Estados Unidos. Desde el sitio web se presenta la idea de concebir
-desde una postura analítica / explicativa- una meta de equidad de género al
enseñar y normalizar esta práctica sexual, proponiendo un espacio de
recopilación de experiencias, aceptación y aprendizaje (OMGYes, 2015).
En esta
línea y para alcanzar los objetivos antes propuestos, este artículo se enfocó
en primera instancia en una recopilación histórica sobre la masturbación en
vulvas, exponiendo una pequeña genealogía sobre los hallazgos y escritos
formales sobre la temática. Además, se buscó comprender cómo se constituye la
concepción que lleva a que aún persista un sentimiento de pudor y cohibición
sobre la masturbación en vulvas, y a que se sostenga la idea de apoyarse en los
varones para lograr placer (Trebissacce,
2013).
Dentro
de este marco, es necesario tomar la representación como un proceso de
percepción e interpretación de un referente, entrelazándolo con el concepto de
sexualidad, y así comprender la representación de la sexualidad femenina y/o de
personas con vulvas manifiesta en la página. Se considera útil para tal
objetivo, retomar las reflexiones que realiza Teresa de Lauretis (1992), quien
entiende que para definir al “sujeto femenino” es esencial valorizar la noción
de experiencia.
“La
experiencia [...] recae directamente sobre los grandes temas que surgieron a
partir del movimiento femenino: la subjetividad, la sexualidad, el cuerpo y la
actividad política feminista [...] con experiencia no pretendo aludir al mero
registro de datos sensoriales [...] sino más bien en el sentido de proceso por
el cual se construye la subjetividad de todos los seres sociales” (De Lauretis,
1992: 252-253).
A su
vez, se aborda la noción de Catherine MacKinnon (1982, citada por De Lauretis, 1992:
264), en que las mujeres alcanzan la identificación con su sexo no tanto a
partir de la madurez física y la inculcación del papel adecuado como a partir
de la experiencia de la sexualidad. Sexo
significa tanto sexualidad como género, y ambos conceptos se suelen definir en
función de uno y otro, en un círculo vicioso. Sin embargo, es la sexualidad la
que determina el género, no al revés; y la sexualidad, dice MacKinnon, es una
compleja unidad de características físicas, emocionales, de identificación y de
afirmación.
4. La masturbación en vulvas en la historia
En esta
sección se buscó conformar una genealogía de la masturbación en vulvas en la
historia. Si nos remontamos varios siglos atrás encontraremos distintas
manifestaciones sobre la masturbación, particularmente la realizada sobre
vulvas estuvo muchas veces prohibida, condenada a la “clandestinidad” y al
silencio.
Según
el sexólogo e historiador, Thomas W. Laqueur (2007), los primeros registros que
se tienen de la práctica son unas vasijas encontradas por arqueólogos en la
región de los árabes y la Grecia Antigua, en donde se refleja a mujeres
tratadas con la misma ligereza con que los hombres trataban a la masturbación:
la misma era una broma, objeto de comedia y del ridículo.
Figura 2. Añadir
título a la figura
Fuente: Mujeres
masturbándose en la Grecia Antigua (Laqueur, 2007:128).
Avanzando
aún más en el tiempo, Laqueur (2007) expresa que la masturbación comenzó a ser
un problema a partir del siglo XVIII en adelante, por un incremento en la
incidencia del sexo solitario lo que constituyó un problema en el ámbito de la
moral y la medicina (Laqueur, 2007).
Desde
la publicación del libro Onanía del
médico londinense, Baltasar Bekker, brindó una serie de remedios, prácticas y
medicamentos para acabar con la autopolución que podía dejar infértiles tanto a
hombres como mujeres, según su hipótesis textual (Laqueur, 2007). Onanía era utilizado tanto en la
medicina como en la moral, dando a conocer a la masturbación como la causa
posible de diferentes afecciones como “el estreñimiento, la joroba, el mal
aliento o la congestión nasal”.
No será
hasta el siglo XVIII en que la masturbación será construida médica e
institucionalmente como una “enfermedad" (Preciado, 2002:81). La medicina
de ese tiempo procuraba atribuir cierta responsabilidad al paciente en sus
propios síntomas y enfermedades: “Si estás enfermo, sin duda es porque lo quisiste;
si tu cuerpo está afectado, sin duda es porque lo tocaste” (Foucault, 2000: 227).
Por
otra parte, Foucault (2000) explica que, a comienzos del siglo XX, empieza una
especie de campaña “antimasturbatoria” que se aplicaba fundamentalmente en la
disciplina, el adoctrinamiento, el sentimiento de culpa, el castigo por el
pecado cometido, la necesidad de ser personas “decentes” y “normales”
(Foucault, 2000).
“Si por
un lado la masturbación era condenada por la Iglesia desde el Renacimiento y
finalmente patologizada por la medicina a partir del siglo XVII y técnicamente
reprimida mediante aparatos mecánicos y después eléctricos durante el XIX y el
XX, paralelamente, la histeria será construida como una ‘enfermedad femenina’ y
un conjunto igualmente numeroso de aparatos se pondrán en marcha para permitir
la producción técnica de la llamada ‘crisis histérica’” (Preciado, 2002: 89).
El
diagnóstico de la histeria, seguido por su “tratamiento”, la masturbación y la
continua obtención del orgasmo, fue una teoría aceptada desde los años 20 hasta
los 60:
“[...]
el orgasmo era definido como una actividad meramente genital, un impulso
genito-sexual, que la sociedad imbuida en valores religiosos había relacionado
al sentimiento de culpabilidad. [...] La pérdida de la virginidad, las
relaciones prematrimoniales u ocasionales y la anticoncepción eran temas que
ganaban protagonismo en la prensa femenina. Pero entonces, si bien no existía
ya una mudez respecto del sexo, había tópicos silenciados y regiones en las que
era mejor hablar con mucho tacto y discreción, como, por ejemplo, las relativas
al aborto” (Schaufler, 2016: 88-94).
Según
el documental She’s beautiful when she’s
angry (2014), los 60 fueron la década de mayor movimiento y organización
femenina, lo que luego devino en la revolución sexual de los cuerpos en los 70.
Si bien la creación de información científica y verídica en cuanto a la
sexualidad fue progresiva, pocos escritos (Nuestros
Cuerpos, Nuestras Vidas (Boston Women's Health Course Collective, 1971), El arte de amar (Wislocka, 1978))
poseían como prioridad el orgasmo de la mujer y no el de la pareja heterosexual
(Prietto, 2017:150).
En la
Argentina de los 60, las feministas argentinas aspiraban a una sexualidad
autónoma, es decir, poder obtener conocimientos y experiencias propias sobre su
sexualidad para poder decidir sobre sus deseos, cuerpos y placeres. Desde
nuestro país se empieza a trabajar en torno a la masturbación como parte de las
prácticas que garantizaban el empoderamiento de las mujeres:
“Convertido
en información, el placer erótico entraba al terreno de la sexualidad, por
medio de textos, manuales e investigaciones. Las estadísticas y clasificaciones
fijaban e instruían a los propios placeres. La sexualidad pasaba a ser
divulgada y definida como ‘experiencia’” (Schaufler, 2016:88-91).
La
sexualidad se redefinía a partir de estas prácticas, desde la experiencia.
Aunque la relación del sexo de la mano del amor seguía persistiendo, la mirada
de la concepción social de normalidad fue perdiendo fuerzas a partir de estas
pequeñas batallas ganadas contra la censura. La unión y lucha por libertades
sexuales de mujeres y femineidades logró derechos de los cuales hoy podemos
hacer uso. Como explica Pecker (2018: 225):
“La
primera liberación sexual fue en los sesenta con la píldora anticonceptiva que
permitió tener sexo sin necesidad de procrear. Ser madre es un deseo muy
diferente al deseo de gozar y multiplicar el cuerpo en orgasmos. La liberación
sexual política y colectiva fue la anticoncepción gratuita (que en Argentina
llegó por ley en 2002 y se implementó en 2003) que permitió que el derecho al
goce no tuviera receta, ni selección de billeteras. Y la liberación sexual más
acabada fue la que llegó post Ni Una Menos con el grito de las más jóvenes
diciendo ‘No nos callamos más’ y poniendo a cualquier situación de acoso,
violencia y abuso fuera de sus camas”.
En lo
que respecta a este siglo, se puede decir que los materiales de información
profesionales y personales son producidos por mujeres y disidencias de una
manera más abierta hacia el diálogo y al debate. Son los feminismos los que
proponen una sociedad más igualitaria, que contemple a la sexualidad como algo
inherente a los cuerpos e inseparable del resto de los reclamos. Actualmente,
se contempla una sexualidad construida tanto desde lo individual como lo
colectivo, y sin lugar a duda, entrecruzada por nuevas tecnologías que permiten
la democratización, difusión y comunicación de este tipo de información.
5. Representación
Tomando el concepto de sexualidad como
campo de producción de representación desde la teoría feminista de la autora
Catharine MacKinnon (1982, citada por De Lauretis, 1992) que propone una
interpretación social del poder masculino, se concibe a la sexualidad como una
dimensión social construida por el poder y productora de este, en la que se
expresan las divisiones sociales. Podría decirse entonces que la sexualidad a
partir de su construcción es un espacio de representación.
Las representaciones genéricas binarias de
nuestras sociedades occidentales y capitalistas constituyen la implantación del
imaginario de la mujer sexual como objeto de placer del dominio masculino. Las
mujeres son cosificadas y representadas en partes: culos, tetas, piernas,
cabello; todo desde la perspectiva machista. Cada mujer es considerada según si
sus atributos sexuales son admirables por los modelos hegemónicos de belleza.
Además, a la mujer se la ha relacionado con conceptos como afectividad,
dependencia, fragilidad y preocupación por los demás, según el análisis de Ruth
Mateos de Cabo (2007).
En este sentido, Kate Millet (1995) esboza
el complot entre las distintas divisiones de la sociedad en cuanto a mantener
las representaciones sociales del género binario como una cuestión natural e
imposible de deconstruir. Tanto la religión patriarcal como la opinión popular
y hasta la ciencia, suponen que las distinciones psicosociales derivan de las
diferencias biológicas. No obstante, aquellos rasgos femeninos o masculinos que
la sociedad profesa no derivan naturalmente, sino que son sus propios
integrantes los que, colectivamente, prevalecen en esas distinciones.
6. Apreciaciones
6. 1. La masturbación como ciencia
Si bien la sexualidad ya constituye un
campo de estudios, se puede expresar que existe la necesidad de profundizar en
investigaciones al respecto. Tal es el caso de la masturbación sexual en
vulvas, la cual ha tenido abordajes científicos en el tiempo pero primando una
perspectiva biológica por sobre una mirada del placer.
Al menos hasta Freud, en el discurso sobre
el sexo (ni siquiera el de sexualidad) científicos y teóricos no cesaron en
ocultar aquello de lo que hablaba, los sentidos que imponía y los pensamientos
que generaba, tornando demasiado peligrosa la verdad del sexo. El sólo hecho de
que se haya pretendido hablar durante tanto tiempo desde un punto de vista
purificado y neutro de una ciencia es en sí mismo significativo; profundiza así
Foucault (1998: 33):
“Era, en efecto, una ciencia hecha de
fintas puesto que, en la incapacidad o el rechazo a hablar del sexo mismo, se
refirió sobre todo a sus aberraciones, perversiones, rarezas excepcionales,
anulaciones patológicas, exasperaciones mórbidas. Era igualmente una ciencia
subordinada en lo esencial a los imperativos de una moral cuyas divisiones
reiteró bajo los modos de la norma médica. Su pretexto de decir la verdad, por
todas partes encendía miedos; a las menores oscilaciones de la sexualidad
prestaba una dinastía imaginaria de males destinados a repercutir en
generaciones enteras; afirmó como peligrosos para la sociedad entera los
hábitos furtivos de los tímidos y las pequeñas manías más solitarias; como fin
de los placeres insólitos puso nada menos que la muerte: la de los individuos,
la de las generaciones, la de la especie”.
Teniendo estos antecedentes, los
profesionales del equipo de OMGYes realizaron un proceso de
investigación en torno a la masturbación en vulvas, que deriva en una página
web/producto digital que se pretende educadora, como una enciclopedia de la
masturbación en femineidades, que intenta realizar aproximaciones científicas
hacia dicha práctica sexual. Es esta característica la que brinda cierta
seriedad al sitio web, alegando que no se está hablando por hablar, sino que
hay una investigación previa y profesionales de por medio.
Desde esta perspectiva cientista fue
abordado el sitio web de OMGYes y es
lo que diferencia al proyecto de
otros. Un ejemplo de estos últimos es el libro Sola me gusto (2018) de Larissa
Gloriel y Nazareth Dos Santos, en donde prima la necesidad de compartir
experiencias sobre masturbación femenina mediante escritos e ilustraciones. Las
experiencias provienen de entrevistas y relatos compartidos, pero en Sola Me
Gusto (2018) no se encontró especificación sobre la sistematización de la información
ni la búsqueda de patrones que concluyeran una especie de nuevo conocimiento.
En el caso de nuestro objeto de estudio, se
podría decir que a través de sus discursos y materiales se está intentando
generar una ciencia de la masturbación sexual femenina en base a su trabajo de
campo de recolección de experiencias mediante entrevistas. Sin embargo, se
consideran necesarios más requisitos para que esta temática pueda llegar a ser
una ciencia. A sabiendas de que OMGYes
pretende explicar y demostrar las técnicas más comunes de masturbación sexual
denominada femenina a través de videos, podríamos atribuirle una postura
empírico-analítica como orientación epistemológica en el desarrollo de esta
“ciencia” (Valdettaro, 2015).
No obstante, el establecer una ciencia
sobre un hecho u objetivo específico supone las bases para formar una verdad
absoluta, una explicación mecanicista y funcional, un conocimiento empírico y
racional sobre el placer de los cuerpos con vulvas. Esto podría llegar a
“normalizar” y limitar la masturbación, teniendo en consideración la cantidad
de cuerpos diferentes y experiencias distintas que éstos vivieron.
Por otra parte, el placer del que habla OMGYes supone un orgasmo originado en la
vulva. Se ha comprobado que el cuerpo humano posee múltiples zonas erógenas,
algunas más sensitivas que otras, pero con la misma capacidad de producir un
orgasmo sin la necesidad de estimular los órganos genitales y producir el tan
ansiado placer (@lic.ceciliace, 2020). Entonces, sólo resta pensar, ¿sólo existen los
orgasmos obtenidos a través de la estimulación de la vulva?; por otro lado, no
se debe olvidar que cada cuerpo es único y diferente, por lo que resulta un
poco contradictorio construir una ciencia “cierta” que normalice una forma o
regla que sea coherente con la diversidad de los cuerpos.
6. 2. Pioneros en romantizar la masturbación
“Nosotros no afirmamos ser expertos; solo
creemos que la sabiduría colectiva de miles es más fuerte que la opinión de una
sola persona. Sin embargo, tenemos que admitir que somos los primeros y los
únicos en llevar a cabo una investigación a gran escala y representativa de
nuestro país sobre los fundamentos del placer sexual y el tacto en las mujeres”
(OMGYes, 2015).
OMGYes posee un discurso donde se atribuye la primicia de la
masturbación en vulvas, de ser el primer dispositivo en “sacar a la luz” este
tabú, explica que nunca nadie habló de esa manera sobre el placer. Sin embargo,
como se visualizó anteriormente, hace ya varias décadas que se trata de
comprender a la masturbación en vulvas a partir de experiencias que, por falta
de difusión, no tuvieron el reconocimiento que posee OMGYes en tiempos de internet:
“Lentamente nos
acostumbramos a la idea de un orgasmo femenino. Hasta hace poco tabú e
impensable, el orgasmo femenino aparece en el lenguaje cotidiano a partir de
los años setenta” (Despentes, 2018: 120).
Las feministas de los 70 en Boston (Estados
Unidos), han realizado un manual en donde se explicaba sobre estas prácticas.
Así mismo, desde la perspectiva argentina ha habido intentos de divulgación de
escritos sobre placer y erotismo, pero el contexto político del país con el
autoritarismo de la época produjo un recrudecimiento de la censura frente al
erotismo en los medios de comunicación, clausurando una época de
resignificaciones para sus discursos (Schaufler, 2016).
Entonces, afirmar la supremacía de OMGYes en cuanto a vocero de la
masturbación en vulvas sería no tener en cuenta los estudios de tiempos
pasados. No obstante, sí debe valorizarse la realización de una investigación
científica a gran escala de OMGYes, a
sabiendas de la sistematización que realizaron con la información obtenida a
partir de entrevistas, un nivel de estudio que anteriormente no se conocía y
que contribuye a la difusión e información de la masturbación en vulvas, que
aún hoy continúa siendo objeto de desprecio (Despentes, 2018).
Por otro lado, OMGYes presenta una cierta romantización
de las distintas maneras de llegar al orgasmo en mujeres y femineidades. La
palabra romantizar se podría abordar desde el discurso amoroso
de Barthes (1993), que explica que no se debe reducir lo amoroso a un
simple sujeto, sino que se debe entender que este discurso posee un yo:
el lugar de alguien que habla en sí mismo, amorosamente, frente a otro (el
objeto amado), que no habla: “El discurso amoroso es una envoltura lisa que se
acomoda a la imagen, un guante muy suave en torno del ser amado, es un discurso
devoto, bienpensante” (Barthes, 1993: 28). Es de esta manera que la web agota
todos sus recursos para endulzar, adornar y sonreírle a esta cuestión tan
desestimada por la sociedad, intentando que el público se “enamore” de esta
práctica sexual e íntima.
Desde el sitio se manifiesta que la
masturbación es maravillosa, es aquello que le hace falta a toda persona con
vulva; la web nos dice que ya era hora de
que lo probáramos. OMGYes optó
por un discurso que exalta los beneficios de la masturbación, una fantasía de
placer continuo que pretende establecerse en el imaginario del usuario o user
como una realidad cotidiana y como una práctica eminentemente física.
En la web, la masturbación es representada
como aquello que ocurre en espacios luminosos, cómodos y ordenados, entre sonrisas
y desvergüenzas; vende una práctica íntima como una actividad recreativa a
partir de la observación de videos e interactuando con un simulador de vulva,
en donde más de una persona puede participar. De esta manera, el aprendizaje en
solitario y el conocimiento del propio cuerpo se desdibuja, y se establece la
imagen de la masturbación en un lugar acogedor, sin ruidos de ambiente, donde
no se encuentra nadie más que la persona que realiza la técnica, el
entrevistador y la cámara. En este sentido, nos encontramos con una sexualidad
regulada por lo aprobado socialmente.
Oponiéndose a este escenario, la
masturbación cotidiana produce además de caras de placer, fluidos que manchan
sillones y camas, caras de preocupación por algún ruido que alerte la llegada de
alguien y, en ciertas personas, vergüenza por lo realizado. En OMGYes, la masturbación es una especie
de ritual en el cual cada movimiento debe tener nombre y apellido para que la
audiencia no se confunda, donde los lugares establecidos para realizar la técnica
parecen combinar colores hacia una sensación de calidez. Es así como a través
de sus diferentes discursos entrelazados en la interfaz del sitio web, la
masturbación se torna ficcional.
6.3. Público… ¿all inclusive?
Desde el discurso de OMGYes puede observarse la premisa de que todos los públicos son
bienvenidos y que dentro del sitio web encontrarán todo lo que siempre
estuvieron buscando en referencia al placer. ¿Pero realmente es así? Al
analizar más en detalle, se pudo visualizar una pronunciada segmentación del
público, lo que provoca que éste sea reducido.
Para analizar esta relación del sitio web y
su público escogido, sus users, se retomó el concepto de contrato de lectura de Eliseo Verón (1985):
“La relación entre un soporte y su lectura
reposa sobre lo que llamaremos el contrato de lectura. El discurso del soporte
por una parte, y sus lectores, por la otra. Ellas son las dos ‘partes’, entre
las cuales se establece, como en todo contrato, un nexo, el de la lectura. En
el caso de las comunicaciones de masa, es el medio el que propone el contrato
(Verón, 1985: 2-3).
Al entrar al sitio, lo primero que
visualizan los users es un botón con la palabra “COMPRAR”. Esa llamada a
la acción o call to action (CTA) plantea la suscripción al sitio, es
decir, el user está aceptando este contrato al suscribirse a OMGYes.
El mismo puede definirse como “pedagógico” en el sentido veroniano del
término:
“Aquí el contrato se construye entre un
“nos” y un “ustedes” explicitados, y el nexo se hará entre dos partes
desiguales, una que aconseja, informa, propone, advierte, brevemente, que sabe;
la otra que no sabe y es definida como destinatario receptivo, o más o menos
pasivo, que aprovecha” (Verón, 1985: 8).
En el marco de este contrato pedagógico que
OMGYes establece, como mencionado
anteriormente, se encontraron ciertas marcas de segmentación: la primera de
ellas es la mayoría de edad, la cual se visualiza en la pantalla principal de
la web mediante un botón que se titula sí,
soy mayor de 18 años[6]; al hacer click, la página hipervincula al user
a un apartado sobre cómo funciona la página, sin limitación o freno alguno.
La segunda se encuentra en las audiencias:
si bien la página se presenta como centrada en la masturbación en vulvas, lo
que hace suponer a las personas con vulvas como su público exclusivo, en el
apartado A quién va dirigido la web amplía su propuesta a otros
grupos genéricos con sus subapartados:
¿Por qué les encanta a las mujeres?
¿Por qué les encanta a los hombres?
¿Por qué les encanta a las parejas?
Dentro de cada uno de ellos, se recopilan
distintos testimonios y críticas positivas de quienes ya probaron OMGYes: ya sean mujeres, hombres o
parejas. Sin embargo, aquellas personas que no se identifican como hombre o
mujer, y que tampoco están en pareja parecerían no encajar con las audiencias
propuestas. Estos subapartados de OMGYes emplean una manera binaria y
heteronormativa, monógama y tradicional, de prestablece el cómo y por qué nos
encantaría consumir su contenido. Pareciera que si no cabemos en estas
categorías no podríamos descubrir como generar placer a través de la
masturbación en vulvas.
No obstante, los integrantes del equipo de OMGYes
reflejan una razón sobre esta segmentación en el apartado Preguntas Frecuentes:
“En nuestra empresa tenemos empleados
homosexuales, transexuales y no-binarios. Por esa razón, hemos puesto muchísima
atención en la forma en que usamos el idioma y presentamos la información en el
sitio. La investigación que llevamos a cabo para la primera temporada se centró
en la vulva, y nos pusimos en contacto con todas las personas que se
identificaban como mujeres (OMGyes, 2015).
En base a esto se puede decir que, si bien
la página reconoce la diversidad sexual y pretende incluir a las disidencias,
un recorrido por sus recursos como imágenes y textos nos permite concluir que
las representaciones son principalmente binarias y que, al interiorizarnos en
la web, se encuentran términos como parejas,
lo cual no engloba la totalidad de formas existentes de relacionarse
sexo-afectivamente (tríos, parejas poligámicas, no caben en dichos
subapartados).
La tercera marca de segmentación es el
poder adquisitivo ya que la información brindada por la página, sus videos y
material completo sólo es accesible a través de suscripciones a la web. Estas
pueden variar dependiendo de 3 tipos de materiales que se busquen adquirir:
conocimientos sobre estimulación, conocimientos sobre penetración y
conocimientos con juguetes sexuales. Los precios de estas suscripciones únicas
(se contempla un único pago) varían desde los $3.000 a $6.000 pesos argentinos.
Esto permite afirmar que el contenido del sitio se encuentra restringido para
quienes no posean el dinero o la tarjeta de crédito necesaria para acreditar el
pago:
“¡Sería fantástico que las instituciones
públicas nos dieran dinero para investigar el placer! Lamentablemente, nunca lo
hicieron y nunca lo van a hacer. Por esa razón, tenemos que cobrar algo de
dinero para seguir investigando y para pagar la producción y los salarios del
equipo de gente increíble que lleva adelante y mantiene OMGYes” (OMGYes, 2015).
Resulta curioso que un saber proyectado y
desarrollado para masificar el placer se encuentre sujeto a las lógicas del
mercado. El pago por información significa más que una simple cifra: establece
una línea imaginaria entre quienes podrán acceder y quienes no, es decir, no
sólo se debe lidiar con las diferencias estructurales (como poseer una
computadora e internet) para la obtención de este conocimiento, sino que tendrá
placer quien pueda pagar y este el punto donde el discurso de OMGYes se
contradice consigo mismo. Este tipo de información no llegará a todes, no se
podrá democratizar la información recabada y ofrecida en cómodos packs de
suscripciones, porque solo quien pueda abonarlos será capaz de descubrir y
experimentar el placer y la masturbación en vulvas.
Un último vestigio de segmentación que ya
excede al dominio de OMGYes, es la
censura. Países de Oriente como Irak e Irán, han prohibido y censurado la
página de la red globalizadora de internet por el contenido que presenta, según
explicó la profesional y referenta de comunicación del proyecto Alecia Ott (Ott
A., comunicación personal, febero-abril 2019). Esto restringe a potenciales users
sobre el uso y acceso de información del sitio.
7. Conclusiones
OMGYes desempeña un tratamiento original sobre la temática
antes mencionada. Luego del recorrido atravesado, se concluye que la web aporta
una mirada distinta sobre la masturbación en vulvas al proponer un proyecto
disruptivo desde la investigación del placer sexual femenino. Esta mirada
contribuye al entendimiento de la práctica del autoplacer, brindando
información fiable, poniendo en tema a la masturbación y brindando herramientas
para un mayor empoderamiento de los cuerpos con vulva. La democratización de la
información sobre nuestros cuerpos y la insistencia de la práctica del
autoconocimiento es de real importancia hacia un pleno ejercicio de nuestra
sexualidad. El tabú de la masturbación en vulvas aún persiste, pero a partir de
estos nuevos dispositivos y proyectos de investigación puede lograrse esa
especie de naturalización que el sitio web planea alcanzar.
Sin embargo, y como todo producto de la
industria cultural, al ser propuesto desde el sector privado este saber se ve
mercantilizado y se constituye como un objeto “de lujo” accesible para quienes
puedan pagarlo. Es decir, al ser un producto digital ya se encuentra una
barrera notoria frente a quienes podrán acceder al material: no se trata solo
de la suscripción sino también de que el consumo del contenido de OMGYes
supone un conocimiento de utilización de computadora e internet, y a la vez, de
poseer dichos elementos para el desarrollo de la experiencia que propone el
sitio web.
Como resultado central, se puede decir que OMGYes romantiza la masturbación en
vulvas y se ofrece como un bien de consumo, es decir, el placer pensado como un
bien consumible, accesible y efectivo. Desde la web, se demuestra una clara
preocupación en cuanto al poco conocimiento sobre placer y masturbación en
vulvas, incentivando un modo de aprendizaje interactivo y continuo a través de
la web. Pero su subsiguiente discurso
dista de los objetivos de los integrantes del equipo de OMGYes, a saber,
que esta información llegue a todes ya que, como se vislumbró anteriormente, existen
barreras que constituyen OMGYes en su llegada a un público masivo.
Desde una visión propia, el aprendizaje
interactivo sobre la masturbación en vulvas me resulta una actividad necesaria
para todas aquellas femineidades a las que se les ha hecho ignorar o de alguna
manera negado el conocer su cuerpo, los deseos y que les han puesto un velo de
la vergüenza al goce del autoplacer. La necesidad de investigación y
divulgación feminista de temas como la masturbación en vulvas y relacionados,
que propongan ampliar los conocimientos sobre la sexualidad es importante para
generar una verdadera democratización de la información a través de la
organización y coordinación de voluntades que promuevan ese conocimiento. Las
diferentes herramientas que se encuentran a mano en la era digital son de vital
importancia para alcanzar ese objetivo.
Creo que son los feminismos quienes
lograrán esa tarea ya que en los últimos años han podido retrabajar las
premisas de los feminismos de años anteriores (derechos sexuales como la anticoncepción
gratuita, la Educación Sexual Integral y al aborto legal) y han podido
construir desde lo colectivo al compartir de manera organizada y para todes,
las experiencias que de alguna manera marcan los cuerpos y generan la meta tan
ansiada de igualdad.
Bibliografía
Barthes,
Roland 1993): Fragmentos de un discurso amoroso. México DF: siglo XXI
editores.
Bonsiepe, Gui (1999): Del objeto a
la interfase: Mutaciones del Diseño. Buenos Aires: Ediciones Infinito.
De Lauretis (1992): Alicia, ya no. Feminismo,
semiótica y cine. Madrid: Ediciones Cátedra, Instituto de la Mujer.
Despentes, Virginie. (2018): Teoría
de King Kong, Madrid: Editorial Melusina.
Foucault, Michel (2000): Los
Anormales: Curso en el Colíége de France (1974-1975). Buenos Aires: Fonda
de Cultura Económica de Argentina.
Foucault, Michel (1998): Historia de la sexualidad I: La Voluntad de
Saber. México DF: siglo XXI.
Herbenick,
Debby, et al. (2018): “Women's Experiences With Genital Touching, Sexual
Pleasure, and Orgasm: Results From a U.S. Probability Sample of Women Ages 18
to 94”. En: J Sex Marital Ther, 17 de febrero, vol. 44, nº. 2. pp.
201-212. Disponible en: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/286786`39/ [20/06/2023].
San Cornelio Esquerdo, Gemma (2011): Diseño visual y expresión
gráfica. Barcelona: Universitat Oberta de Catalunya. Recuperado en 2019 en:
https://openaccess.uoc.edu/bitstream/10609/13083/7/Dise%c3%b1o%20visual%20y%20expresi%c3%b3n%20gr%c3%a1fica_M%c3%b3dulo1_Dise%c3%b1o%20audiovisual.pdf [20/06/2023].
Laqueur, Thomas W. (2007): Sexo
solitario. Una historia cultural de la masturbación. Buenos Aires: Fondo de
Cultura Económica Argentina.
Ce, Cecilia (2020): Orgasmo Femenino //
Cecilia Ce en Últimos Cartuchos. @lic.ceciliace. Vídeo de
Youtube. Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=3dSyn8E-eBQ&list=PLmygofoty58TucAqEaqsZw2ny7iZdTR9T [20/06/2023].
Massoni, Sandra y Mascotti, Mariana (1992): “Diagnóstico comunicacional.
Entre la desazón de la intemperie y la euforia de la construcción”. En: Generación de conocimientos y formación de
comunicadores. México: FELAFACS Federación Latinoamericana de Asociaciones
de 3 Facultades de Comunicación Social, tomo IV, Ed. Opción.
_____. (1996): “Un comunicador en el mundo”. En: Medios y Enteros. Argentina: Asociación de Graduados en
Comunicación Social y la Escuela de Comunicación Social, Universidad Nacional
de Rosario. Año 3, nº especial 30 años.
Mateos de Cabo, Ruth; Gimeno Nogués, Ricardo y Martínez Martínez, Myriam
(2007): “La presencia de estereotipos en los medios de comunicación: análisis
de la prensa digital española”. En: Administrando
en entornos inciertos. XXIII Congreso Anual AEDEM, pp. 1-16, Sevilla: ESIC.
Disponible en: https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=3118301 [20/06/2023].
Millett, Katherine (1995): Política
sexual. Madrid: Ediciones Cátedra S. A.
OMGYes (2015): Página web. Disponible en: https://www.omgyes.com/ [20/06/2023].
Peker, Luciana (2018): Putita
golosa. Buenos Aires: Galerna.
Preciado, Beatriz (2002): Manifiesto
contra-sexual. Madrid: Editorial Opera Prima.
Prietto Ledesma, Nadia (2017): “La revolución sexual antes de la
revolución sexual. Discursos de los médicos libertarios sobre el placer
(Argentina1930-1940)”. En: Sexualidad, Salud y Sociedad - Revista
Latinoamericana, nº. 26, pp. 148-170.
Schaufler, María Laura (2016): La
construcción del erotismo en revistas femeninas de la década del ’60 en
Argentina, 2.c. Tesis de Doctorado en Comunicación Social, Universidad Nacional
de Rosario. Disponible en: http://hdl.handle.net/2133/8514 [20/06/2023].
Sexe, Néstor (2004): diseño.com.
Buenos Aires: Paidós.
She’s beautiful when she’s angry. Disponible en: http://www.shesbeautifulwhenshesangry.com/ [20/06/2023].
Sola me gusto (2017) Disponible en: https://nathashabonet.com/sola-me-gusto/ [20/06/2023].
Soplon Blasco, Laia (2011): “Arte, creatividad y diseño. Material Docente
de la UOC (Universidad Oberta de Catalunya) y Material Docente de la UOC
(Universidad Oberta de Catalunya). Dirección de arte de productos multimedia”.
Disponible en: https://www.academia.edu/60233694/Direcci%C3%B3n_de_arte_de_productos_multimedia [20/06/2023].
Tenenbaum, Tamara (2021): El fin del amor. Querer y coger. Buenos
Aires: Ariel.
Trebisacce, Catalina (2013): “Ambivalencias y disputas a ‘la revolución
sexual’, ‘la liberación de las mujeres’ y el ‘feminismo’ entre la militancia de
los años setenta”. En: III Jornadas del
Centro Interdisciplinario de Investigaciones en Género, 25, 26 y 27 de
septiembre de 2013. Disponible en: https://nathashabonet.com/sola-me-gusto/ [20/06/2023].
Valdettaro, Sandra (2015): Epistemología
de la comunicación. Una introducción crítica. Rosario: UNR Editora.
Verón, Eliseo (1985): “El análisis del Contrato de lectura, un nuevo
método para los estudios del posicionamiento de los soportes de los media”. En:
Les Medias: Experiences, recherches
actuelles, aplications. Disponible en: https://fido.palermo.edu/servicios_dyc/blog/docentes/trabajos/14893_50030.pdf [20/06/2023].
Verón, Eliseo (1987): La
Semiosis Social. Fragmentos de una teoría de la discursividad. Buenos
Aires: Gedisa.
[1] Cabe destacar que la siguiente
publicación confiere los hallazgos establecidos a partir del proyecto de tesina
de grado presentado en 2019 para la obtención del título de Licenciatura en
Comunicación Social en la Universidad Nacional de Rosario.
[2] Dentro de este artículo se referirá
a la sexualidad de femineidades, a la masturbación en vulvas, práctica sexual y
autoplacer, como sinónimos de aquellos primeros conceptos: sexualidad
femenina y masturbación femenina, utilizados en OMGYes en los
años en que se realizó esta investigación (2016-2019). Actualmente, ambos
conceptos han sido reemplazados dentro del sitio web por el placer de las personas con vulva (OMGYes.com, 2023).
[3] En una visión propia, por
femineidades se entiende personas que se autoperciban femeninas y/o se sientan
representadas por cualidades, conductas y roles que la sociedad ha instaurado
como “lo femenino”.
[4] Disponible en: https://www.omgyes.com/es/ [31/05/2023].
[5]
Herbenick (2018).