LITTLE
FIRES EVERYWHERE.
Dirección: Michael Weaver.
Producción: Lauren Levy Neustadter, Celeste Ng, Pilar Savone, Lynn Shelton, Kerry
Washington, Reese Witherspoon.
Año de lanzamiento: 2020.
Reparto: Kerry Washington (Mia Warren), Reese Witherspoon (Elena
Richardson), Jordan Elsass
(Trip Richardson), Joshua Jackson (Bill Richardson), Gavin Lewis (Moody Richardson),
Jade Pettyjohn (Lexie
Richardson), Megan Scott (Izzy
Richardson) y Lexi Underwood
(Pearl Warren).
Género: Drama.
Rocío C. Calvillo Sampedro
rociodelacinta.calvillo@alu.uhu.es
Universidad
de Huelva - España
ORCID:
https://orcid.org/0009-0002-5954-1197
Recibido: 15-03-2025
Aceptado: 10-04-2025
Little Fires Everywhere es
una producción estadounidense que vio la luz en la primavera de 2020. Esta miniserie
consta de una única temporada compuesta de 8 capítulos que rondan los 55
minutos de duración. Está dirigida por Michael Weaver
y, a su vez, se trata de una adaptación del libro homónimo de Celeste Ng, la cual ha sido desarrollada y guionizada
para el formato televisivo por Liz Tigelaar y Nancy
Won.
Esta serie se presenta en la
década de los años 90, concretamente en 1997, aunque en ocasiones nos muestra
una retrospección de los años 70 y 80 del siglo XX. Estas vueltas al pasado
suelen ser momentos clave que juegan como detonantes e, incluso, en ocasiones,
se trata del germen creador de alguna consecuencia en el tiempo presente de la
narración. Sus protagonistas son dos mujeres que se apoyan en un elenco
conformado por personajes femeninos y masculinos de diversas edades para
conformar dos familias diferenciadas. En una de ellas tenemos el modelo
tradicional de matrimonio heteronormativo y descendencia tras la unión oficial;
mientras que, por el otro lado, aparece una familia monoparental de madre
soltera e hija. El argumento se armoniza, desde una perspectiva interseccional,
entorno a temas transversales como son la cultura, la etnia y la procedencia
para crear una localidad, Shaker Heights,
en la que las etiquetas y el clasismo asoman con facilidad.
Con la llegada de una
familia negra monoparental de vida errante, formada por Mia y Pearl Warren,
madre e hija, empieza a urdirse la trama. Mia es una artista plástica que
necesita inspiración para dar rienda suelta a su creatividad y volcarla en sus
obras. Mientras tanto, la población se está preparando para el comienzo del
inminente nuevo curso escolar. El centro educativo se presenta como un lugar
con cierto nivel, pero que también marca sesgos en su alumnado, no permitiendo
a diversas etnias matricularse en cursos superiores. Dentro del vecindario, se
encuentra una familia tradicional, con recursos económicos: un padre dedicado a
la abogacía y una madre que ha pausado su carrera periodística durante un
período de crianza que regresa a las redacciones. Aparentemente, existe la
unidad entre sus miembros, así que Elena y Bill Richardson conforman un
matrimonio bien avenido junto a sus cuatro descendientes: Lexie,
Trip, Moody e Izzy. Ambas familias vivirán experiencias y momentos
decisivos a partir del momento en el que las matriarcas se conocen.
Mia Warren y Elena
Richardson son dos mujeres fuertes y hechas así mismas, con la diferencia de
que a Mia la forjó su camino y a Elena le influyeron, sobremanera, la presión y
los convencionalismos socio-familiares. Ambas luchan por mantener su familia
unida y aspiran a lo mejor para sus vástagos. Se conocen con la llegada y
búsqueda de un nuevo hogar para la familia Warren. Curiosamente, Elena alquila
una propiedad, el antiguo piso en el que comenzó su familia. Al comienzo, parece que quisiera apoyar a otra
mujer en un acto de sororidad; sin embargo, las dos perspectivas vitales
diametralmente opuestas de ambas generarán una serie de conflictos que
salpicarán a sus familiares y amistades, quemando todo a su paso. Estas dos
mujeres articulan la narración y su relación se mantiene alejada de los
parámetros de la idealización, es más, se irá deteriorando con el cariz que
tomarán los diferentes acontecimientos hasta convertirse en insoportable. A tal
punto llegará la tensión que Elena decide rescindir el contrato de alquiler de
un día para otro, exigiéndole a Mia que abandone el domicilio antes de la
mañana siguiente. Es una serie que destaca las luchas internas y externas que las mujeres
sostienen consigo mismas y con el mundo que las enfrenta.
Por un lado, están los papeles asociados a los
diversos tipos de maternidad que se presentan de tres formas diferenciadas sin
caer en la idealización de ninguna de ellas y mostrando los diferentes modelos
posibles. En el primer caso, Elena quien encarna el patrón de madre de familia
numerosa, asentada en las bases más tradicionales, con una pareja heterosexual
que ha concebido a toda su prole dentro del matrimonio. En segunda instancia,
la narrativa también permite descubrir el modelo de maternidad subrogada, que
logra reflejarse con tintes actuales y no deja de ser polémico en la historia.
Mia es quien asume este rol de ser vientre de alquiler mientras estudia en la
universidad. Un matrimonio bien posicionado que no podía tener descendencia le
propone la idea y ella, sabiendo que será una fuente de recursos con la que
poder subsistir frente a su penosa situación, acepta. Cuando llega el momento
del alumbramiento, la luz también se produce en ella y decide quedarse con la
que es su hija, Pearl. No se somete al sistema, aunque el hecho implique una
vida errante para mantener a salvo su familia. Sin embargo, esta no será la
única consecuencia, pues sufrirá el repudio de su propia familia, muy influida
por la fe religiosa, al descubrir que está embarazada y no hay varón ni
compromiso. En cuanto al tercer modelo, remite a la adopción. Una chica
extranjera, de un colectivo minoritario (asiática), que no maneja bien el
idioma y una situación laboral complicada conlleva a la retirada de la custodia
de su bebé, quien será adoptada por una familia adinerada que es del núcleo más
cercano a los Richardson. Comenzará una batalla en los tribunales donde se
cuestiona cómo de éticas son las prácticas y los sesgos que se aplican de
manera clasista en la sociedad que retrata. No obstante, es obligado hacer una
última mención, aunque no es una forma de maternidad, sino todo lo contrario,
puesto que se plantea la idea del aborto. El
cuarto embarazo de Elena es muy próximo al tercero que ha tenido y ya había
organizado su regreso al trabajo. Entonces, en ese momento, se abren las
diversas posibilidades, atendiendo a la ilegalidad de la práctica abortiva en
ciertos territorios de Estados Unidos. La deriva y el bucle en el que entra es
desolador, aunque acabará sometida a los convencionalismos impuestos por el sistema
heteropatriarcal y abandonará la idea de interrumpir el embarazo, demostrando
así la no libre elección y la presión por cumplir con los estándares
establecidos.
Por otra parte, se perfilan las diferencias que
emergen en las distintas realidades cuando se trata de asumir las relaciones y
orientaciones sexuales. Desde un punto de vista heterosexual, no se encuentran
fallas a la hora de encajar en el microcosmos que configura Shaker
Heigths y obtener el reconocimiento y el beneplácito
del lugar. El caso opuesto ocurre cuando cambian las tornas y nos adentramos en
las relaciones homosexuales o bisexuales. La experimentación y abrazar otra
posibilidad que no se refleje en el conjunto cerrado del patrón binario
establecido no es una posibilidad contemplada en el utilitario de esta ficción.
Descubrir la sexualidad, el placer y la atracción por personas del mismo sexo
relega a la marginalidad a quienes osan adentrarse en ese mundo. Las
consecuencias y las habladurías que desembocan en problemáticas estallando y arrasando
todo a su paso caerán sobre Izzy y, por tanto,
salpicarán a su familia. Es importante resaltar que Mia es una persona que ha
mantenido relaciones íntimas con ambos sexos, por lo que esta fluctuación
podría traducirse a la bisexualidad de su personaje.
Si
hablamos de sociedad y de convivencia, hay que tener presente la
multiculturalidad que habita las calles estadounidenses y de la misma manera se
traslada a esta narración. Empero es necesario comprobar que las etnias y los
colores siguen posicionándose de forma jerárquica. La apropiación por parte de
los relatos y los sufrimientos de las minorías continúan manoseándose en manos
de las clases acomodadas blancas. Son varios los ejemplos que se encuentran
como la norma no escrita de coartar la posibilidad de estudios superiores al
alumnado negro en el instituto de la localidad. La falta de creencia hacia una
persona extranjera proveniente de un país asiático frente a las cortes
judiciales. La usurpación de una identidad negra en una clínica abortiva para
que la joven bien blanca no sea tachada por su decisión de finalizar su
indeseado y adolescente embarazo. El menosprecio hacia las clases más
empobrecidas que, curiosamente, recaen en esas mismas minorías. Demuestra que
son muchas las capas que se superponen, sobre todo, para aquellas personas que
no disfrutan de la comodidad de pertenecer a la mayoría que se ha normalizado.
Resulta interesante
comprobar si Little Fires Everywhere
aprobaría el test de Bechdel. Para comenzar, debemos
centrarnos en sus personajes principales. Las protagonistas son dos mujeres,
con nombres propios y apellidos, Elena Richardson y Mia Warren, que se repiten
a lo largo de toda la producción. Aparte de ellas, también se encuentran otros
personajes femeninos relevantes a lo largo de la serie, como son Izzy, Lexie o Pearl. Además, hay
que tener presente que sus conversaciones no están monopolizadas por el resto
de personajes masculinos. Por supuesto, tienen encuentros frecuentes a lo largo
de toda la trama y en sus diálogos aportan razonamientos esenciales y
fundamentales para sustentar el argumento, al margen de los referentes hombres.
Aunque hay ejemplos, no suelen centrarse tanto en las figuras masculinas como
en la evolución de su propia personalidad, pasajes de sus vidas que son determinantes
en la historia y/o en todo lo que acontece a sus descendientes, familias y
amistades. Por si esto no resultara suficiente, las dos protagonistas no solo
son mujeres, sino que trae a colación problemáticas femeninas que tocan temas
como la interseccionalidad, el racismo, la maternidad (tradicional, subrogada y
adoptiva), así como circunstancias del día a día como mujeres que se ven
forzadas a lidiar con la doble jornada, aquella que agrupa vida laboral
profesional y vida laboral doméstica. Con todo esto, podemos afirmar, sin lugar
a dudas, que ambas consiguen mostrar dos personajes antagonistas. Configuran la
idea de personajes redondos, complejos y cambiantes desde el inicio hasta el
final. Por lo tanto, Little Fires Everywhere consigue superar el archiconocido test de Bechdel.
Finalmente, podemos
afirmar que en la muestra seleccionada conviven muchas características que han
acompañado al rol femenino que ha intentado definir el prototipo de mujer a lo
largo de la historia, sobre todo, se aprecia la evolución en los personajes y cómo
en el último siglo ha cambiado la concepción del ideario de la mujer. Desde sus
propios mimbres e inicios, Little Fires Everywhere rescata el papel de la mujer activa, pues
parte de la inventiva de una mente femenina que ahonda en las problemáticas subyacentes
que rodearon a las mujeres en el siglo XX, y que continúan en el siglo actual.
Además, con su relato logra mostrar con claridad los sesgos de género y la
interseccionalidad que se produce cuando hablamos de las mal denominadas
minorías en la sociedad estadounidense, las cuales provocan frecuentemente
episodios racistas y xenófobos, aparte de sexistas. Si bien, es cierto que nos
situamos en una sociedad desarrollada y privilegiada; sin embargo, esto no deja
de ser un reflejo de las diferentes realidades a las que las mujeres, todavía
en la actualidad, se ven sometidas a lo largo y ancho del planeta.
Bibliografía
Bechdel
Test movie list (n.d.). Disponible
en: https://bechdeltest.com/ [01/01/2025].
Little Fires Everywhere (2020). TV Mini Series. Disponible en: https://www.imdb.com/title/tt8089592/
[01/01/2025].
Little Fires
Everywhere (2020). Imagen
oficial promocional [Fotografía]. Hulu. Disponible
en: https://www.hulu.com/series/little-fires-everywhere-bce24897-1a74-48a3-95e8-6cdd530dde4c [01/01/2025].