Liu Yuanyi*
Facultad de Estudios Hispánicos y Portugueses
Universidad de Estudios Extranjeros de Beijing
Beijing, China 100089
lyy601@163.com
Approach to Chinese Address Forms from the Politeness Theory: The Case of The Dream of the Red Chamber
Aproximación a las fórmulas de tratamiento en chino desde la teoría pragmática de cortesía: el caso de Sueño en el Pabellón Rojo
从语用学礼貌理论的角度看汉语称谓语:以《红楼梦》为例
刘缘艺
* Liu Yuanyi (doctora en Filosofía y Ciencias del Lenguaje de la Universidad Autónoma de Madrid) es docente e investigadora en Filología Hispánica de la Universidad de Estudios Extranjeros de Beijing, con áreas de investigación en Traducción y Lexicografía.
0009-0008-2898-2639
Sinologia Hispanica, China Studies Review, 19, 2 (2024), pp. 179-200
Abstract: Politeness is fundamental in daily life and cross-cultural exchanges. The differences in politeness between China and Spanish-speaking countries are manifested in the forms of address. The lack of understanding of these differences by translators can lead to misunderstandings. This article, based on politeness theory, summarizes the pragmatic functions of Chinese address forms and, through a comparative analysis of the terms in The Dream of the Red Chamber and its translations, explores their main characteristics and pragmatic functions, with the aim of contributing to the dissemination and translation of Redology in the Spanish-speaking world.
Key Words: The Dream of the Red Chamber; politeness theory; address forms; Chinese; Spanish.
Resumen: La cortesía es fundamental en la vida cotidiana y los intercambios transculturales. Las diferencias de cortesía entre China y los países hispanohablantes se reflejan en las formas de tratamiento. El desconocimiento de estas diferencias por parte de los traductores puede provocar malentendidos. El presente artículo, basado en la teoría de cortesía, resume las funciones pragmáticas de las fórmulas de tratamiento en chino y, mediante un análisis comparativo de los términos en Sueño en el Pabellón Rojo y sus traducciones, explora sus principales características y funciones pragmáticas, con el objetivo de contribuir a la difusión y traducción de la Rojología en el mundo hispánico.
Palabras clave: Sueño en el Pabellón Rojo; teoría de cortesía; fórmulas de tratamiento; chino; español.
摘要:礼貌在日常生活和跨文化交流中起着至关重要的作用。中国与西班牙语国家之间的礼貌差异体现在称谓方式上。译者若不了解这些差异,可能会引发误解。本文以礼貌理论为框架,在总结汉语称谓语语用功能的基础上,通过对《红楼梦》及其译本中称谓现象的对比分析,探讨其主要特征和语用功能,以期助力红学文化在西语国家的传播与译介。
[关键词] 《红楼梦》;礼貌理论;称谓语;汉语;西班牙语
Received:
Accepted:
June 2024
October 2024
180
从语用学礼貌理论的角度看汉语称谓语:以《红楼梦》为例
1. Introducción
Tan sólo con 69 años de desarrollo, la pragmática, ciencia del uso del lenguaje en la comunicación, ha dejado de ser “cajón de sastre” a ojos de los lingüistas tradicionales y empieza a convertirse en un nuevo campo de importancia trascendental que, junto con la semántica y la sintaxis, forma parte de la famosa tricotomía de la lingüística moderna. En las últimas décadas, cada día más investigadores se han dado cuenta de su aplicabilidad al entendimiento de los fenómenos socioculturales y a la interculturalidad.
La cortesía, uno de los objetos del estudio de la pragmática, es un fenómeno sociocultural que influye en el éxito o el fracaso de la comunicación humana. Puede expresarse en dos formas distintas: la lingüística (oral y escrita) y la extralingüística (gestos, tonos, expresiones faciales). Nuestro análisis se centra en las fórmulas de tratamiento, porque hablar de la cortesía en general sería demasiado complicado para el estudio que nos ocupa, mientras que en el fenómeno que analizamos se cuaja la relación entre la cortesía y la lengua.
Nuestro objeto de estudio es Hong Lou Meng (《红楼梦》), escrito por Cao Xueqin en la Dinastía Qing. Se considera como una de las obras más importantes de la literatura china y traza, con minuciosidad, una red de relaciones interpersonales y un sistema completo de tratamientos, por eso, nos proporciona numerosos ejemplos típicos e interesantes.
En cuanto a los textos originales, seleccionamos la versión publicada por la Editorial Yuelu (2016). Hasta ahora, el libro cuenta con varias traducciones al chino, entre las cuales se destacan dos versiones completas (Cheng, 2011). La primera se titula Sueño en el Pabellón Rojo, traducida por Zhao Zhenjiang y José Antonio García Sánchez y publicada por Galaxia Gutenberg en 2009; y la segunda, Sueño de las mansiones rojas de Mirko Láuer, publicada por Ediciones en lenguas extranjeras en 2010. Como la segunda es una traducción indirecta del inglés, elegimos principalmente la primera como referencia, siendo la traducción más popular en el mundo hispano. Sin embargo, en algunos casos, también recurrimos a la traducción nuestra, la más literal y extranjerizante, para reflejar de forma directa las características propias de la cortesía china.
El trabajo tiene por objetivo estudiar los tratamientos en chino desde la teoría de cortesía y los objetivos específicos son los siguientes:
Encontrar un marco teórico adecuado con que analizar los tratamientos en chino y en español.
Analizar cómo se refleja la cortesía china en las fórmulas de tratamiento.
Identificar las funciones pragmáticas y características propias de los tratamientos en chino y sus similitudes y diferencias con las en español.
El origen etimológico de la palabra “cortesía” se remonta a la Edad Media, período en el que los cortesanos comenzaron a distinguirse de la población común y corriente por una serie de pautas de comportamiento. En el español moderno, María Moliner (1998) define el término como “un conjunto de reglas mantenidas en el trato social, con las que las personas se muestran entre sí consideración y respeto”. Esta acepción pone de manifiesto el carácter sociocultural de la cortesía, la cual ha pasado de un privilegio de las clases altas a normas generalizadas, “establecidas por cada sociedad, que regulan el comportamiento adecuado de sus miembros” (Escandell Vidal, 2003).
La cortesía es un fenómeno internacional, es decir, se practica en las civilizaciones tanto occidentales como orientales, la mayoría de las cuales cuentan con al menos una palabra en el sistema idiomático para designar este significado (por ejemplo, cortesía en español, cortesia en portugués, cortesia en italiano, höflichkeit en alemán, courtoisie en francés, politeness en inglés o 礼貌 en chino, etc.).
Sin embargo, las manifestaciones concretas de este fenómeno universal dependen en gran medida de los valores, creencias, costumbres e historia de cada sociedad, o sea, de las convenciones socioculturalmente acordadas en una comunidad, tal y como afirma Henk Haverkate (1994): “Aunque la cortesía se considera como una forma de comportamiento humano universal, es sabido que existe una serie de diferencias interculturales en lo que no sólo respecta a la manifestación formal, sino también a la función interactiva de las normas vigentes en cada cultura específica”.
En chino, limao (礼貌), el equivalente más similar a la cortesía en español, tiene su origen en li (礼), concepto acuñado por Confucio y que se refería a estructura jerárquica y al orden del sistema de esclavitud de la Dinastía Zhou. Para el individuo, “el que no estudia li, no puede mantenerse recto en la sociedad” (“不学礼,无以立”), por lo que todos debemos seguir las siguientes pautas: “No mires nada que no corresponda a li. No escuches nada que no sea de li. No digas nada que viole li, ni hagas nada que infrinja li” (“非礼勿视,非礼勿听,非礼勿言,非礼勿动”); para los gobernantes, “el li es el mejor instrumento para mantener el orden social” (“齐之以礼”), porque solamente de esta forma, el pueblo “adquirirá el sentido de vergüenza y se someterá voluntariamente a la gobernación imperial” (“有耻且格”). Además, la cortesía china también cumple la función pragmática, que consiste en preservar el carácter armonioso de las relaciones interpersonales, ya que, según Confucio, “la práctica de li tiene como finalidad priorizar la armonía” (“礼之用,和为贵”), idea que ha sido observada de generación a generación por los chinos a lo largo de la historia milenaria, hasta que llegamos a formar un sistema protocolar completo, ganando así la fama mundial del “país de la cortesía” (礼仪之邦).
El espacio semántico de li es muy amplio, desde la ceremonia (礼仪) hasta el protocolo (礼制), pasando por los sistemas y reglamentos rituales (礼法). Sin embargo, aquí nos centramos en su sentido estricto, es decir, el li o limao1 sobre los que se diserta este trabajo se restringe al ámbito socio-pragmático, refiriéndose a las normas reguladoras del comportamiento social o estrategias conversacionales con las que se manifiesta atención, educación y respeto en el trato interpersonal.
El concepto de la cortesía china, según Gu Yueguo (2010), ostenta cuatro características: ser respetuoso con el otro (尊敬他人), comportarse con modestia (谦虚), tratar al prójimo de forma cordial (态度热情), y actuar culto y elegante (温文尔雅). Entre ellas, las primeras dos tienen su fundamento histórico en el Clásico de Li (《礼记》) compilado por Dai Sheng de la Dinastía Han del Oeste: “Li significa denigrarse a sí mismo y elevar a los demás” (“夫礼者,自卑而尊人”).
En fin, las manifestaciones de la cortesía en cada cultura cuentan con sus propias peculiaridades, porque durante la evolución histórica, han experimentado muchos cambios, adaptándose siempre a las circunstancias espaciales y temporales.
3. La pragmática y la cortesía
La cortesía es un tema que se ha estudiado desde distintos ángulos: sociológico, antropológico, pedagógico, lingüístico, entre otros. En la Lingüística, o más concretamente en la Pragmática, los estudios sobre este fenómeno social son muy recientes, pero desde el principio han llamado la atención a investigadores tanto occidentales como orientales, entre los cuales se destacan Lakoff (1973), Leech (1983), Brown y Levinson (1987) y Gu Yueguo (2010), quienes, partiendo del famoso Principio de Cooperación (1975), han formulado sus propios principios de cortesía como teoría complementaria de la de Grice.
En los años 70 del siglo pasado, Lakoff colocó las primeras piedras de los estudios enfocados a las reglas básicas de la adecuación pragmática: “sea claro”, es decir, asegurar una transmisión eficaz de la información, y “sea cortés”. La segunda regla cuenta con tres modalidades distintas: “no se imponga”, “ofrezca opciones” y “refuerce los lazos de camaradería”.
Leech (1983) considera la cortesía como una estrategia importante para influir en las relaciones existentes entre los interlocutores y, por lo tanto, formula su propio principio de cortesía, al estilo griceano y acompañado también de máximas: tacto, generosidad, aprobación, modestia, acuerdo y simpatía. Estas máximas reflejan dos estrategias básicas: la cortesía negativa (la de minimizar la descortesía de las ilocuciones descorteses) y la positiva (la de maximizar la cortesía de las corteses).
Sin lugar a dudas, la teoría más elaborada y mejor estructurada en cuanto a la cortesía ha sido la de Brown y Levinson (1987), quien formula, de forma revolucionaria, un mecanismo de cortesía centrado en la imagen pública (en inglés, face), concepto que se refiere a un cierto prestigio que cada persona tiene y reclama para sí mismo. Esta personalidad pública tiene dos vertientes: la negativa, que implica el deseo de libertad de acción y evitar imposiciones, y otra positiva, que incluye el deseo de ser valorado por los demás y de compartir intereses comunes.
Por último, cabe mencionar las investigaciones de Gu (1992), quien ha formulado un principio de cortesía típicamente chino, regido por una serie de máximas: la de denigración propia, la de tratamiento, la de refinamiento, la de acuerdo y la de virtudes, palabras y acciones (“贬己尊人准则、称呼准则、文雅准则、求同准则和德、言、行准则”). Nos brindan una explicación cabal acerca de la cortesía de China y ejercen, en mayor o menor grado, influencia en las fórmulas de tratamiento chinas.
La primera, apoyada en las nociones de respetuosidad y la modestia, tiene dos submáximas: a) denigrarse a sí mismo y b) elogiar a otros. La violación de la a) se considerará como algo arrogante, mientras la infracción de la b) se interpretará como descortés o rudo.
Esta máxima es tan imprescindible que se puede aplicar a casi todos los tipos de interacciones sociales de China. Para ilustrarlo, nos gustaría citar las fórmulas más usuales de presentación de China y su traducción literal en español:
A: 您贵姓? (¿Cuál es su apreciado apellido?)
B: 小弟姓王。您尊姓大名?(El apellido del hermano menor es Wang. ¿Y su respetable apellido y gran nombre?)
A: 免贵姓张。(Mi humilde apellido es Zhang.)
Cuando A pregunta por el apellido de B, utiliza la palabra “apreciado” para darle mianzi (面子,que corresponde al face propuesto por Brown y Levinson) a su interlocutor y éste, en vez de aceptar el elogio, se humilla a sí mismo con “hermano menor”, implicando que es inferior a A, y devuelve la cortesía2 con “respetable” y “gran”. Finalmente, A también adopta la estrategia de despreciar su propio apellido para mantener el equilibrio de imagen.
El respeto y la modestia típicamente chinos se manifiestan en los recursos lingüísticos, entre los cuales se destacan las fórmulas de tratamiento, que constituyen, por lo tanto, la segunda máxima de Gu.
La máxima de tratamiento, basada en las nociones de la respetuosidad y la cordialidad de la actitud, se refiere a llamar a tu interlocutor de forma adecuada y eso ayuda a establecer o mantener las relaciones interpersonales, reforzar la solidaridad, o controlar la distancia social.
El hecho de que Gu selecciona el tratamiento como una máxima independiente de la cortesía china pone de relieve el valor pragmático del mismo.
4. Funciones pragmáticas de las fórmulas de tratamiento
Según el Diccionario de la lengua española, el término tratamiento se refiere al “título que se da a una persona por cortesía o en función de su cargo o condición”. En chino, Ma y Chang (١٩٩٨) definen chengweiyu (称谓语, equivalente de fórmulas de tratamiento en español) como “un conjunto de términos utilizados para designar a las personas de acuerdo con su estatus social, profesión, sexo, etc., y que constituyen un parámetro importante para marcar las relaciones sociales.” Las definiciones en español y en chino coinciden al señalar las dos funciones más relevantes de este fenómeno lingüístico: la deíctica, es decir, la de designar a alguien, y la pragmática, que se manifiesta en los siguientes aspectos:
4.1 Poner en evidencia las relaciones entre los interlocutores.
En casi todos los idiomas y todas las sociedades, cuando una persona habla con su interlocutor, tiene a su disposición un amplio abanico de opciones de tratarlo. Sin embargo, la elección de un tratamiento específico en un contexto particular puede revelar de manera implícita o explícita las relaciones existentes entre ambos, que se reflejan en la dimensión vertical (poder) y la horizontal (solidaridad): la primera se vincula con el poder que tiene un interlocutor sobre el otro, y en ella, se miden elementos como la edad, la posición social, la profesión, la situación comunicativa, entre otros; la segunda tiene que ver con la solidaridad, caracterizada por la frecuencia de contactos o por las similitudes que comparten los interlocutores en cuanto a las cualidades personales. Estas dos variables interactúan para determinar de forma conjunta el grado de cortesía en las fórmulas de tratamientos. Dicho de otro modo, cuanto mayor es el poder del oyente sobre el hablante o cuanto menor es la solidaridad entre ambos, mayor es el grado de cortesía en la selección de un tratamiento, el cual se manifiesta, sobre todo, en los tratamientos de respeto y de modestia. Por otra parte, cuando los participantes de una conversación se encuentran en el mismo o aproximado estrato social o mantienen una relación interpersonal estrecha, elegirán normalmente las formas de cariño y afecto. Un ejemplo típico es el caso de profesor–alumno y alumno–alumno. Debido a las relaciones asimétricas, el alumno, situado en una posición inferior en el nivel jerárquico, suele utilizar fórmulas de respeto –en chino “您” (equivalente a usted en español)- para llamar a su profesor, quien goza de gran autoridad, mientras que cuando se encuentra con otro estudiante, acudirá a un sistema de tratamiento diferente, que puede mostrar la intimidad y cariño, por ejemplo, “小民” o “强子”, ya que la distancia horizontal entre los compañeros es corta. En Sueño en el Pabellón Rojo, no nos faltan ejemplos ilustrativos:
Ejemplo 1 (Capítulo 28):
Versión original: 宝玉道: “太太不知道……” 。
Traducción de Zhao Zhenjiang: Quizá no lo sabe, señora -dijo Baoyu.
Ejemplo 2 (Capítulo 24):
Versión original: 贾芸笑道: “……后来听见我母亲说,都还亏舅舅们在我们家出主意,料理的丧事……”
Traducción de Zhao Zhenjiang: ……respondió Jia Yun afablemente-…… más tarde mi madre me explicó cuánto le debíamos a usted por haber venido a encargarse de los asuntos de la casa y de los funerales.
Ejemplo 3 (Capítulo 34):
Versión original: 话未说了,把个宝钗气怔了,拉着薛姨妈哭道“妈妈你听,哥哥说的是什么话!”
Traducción de Zhao Zhenjiang: La indignación enmudeció a Baochai, que, abrazándose a su madre, rompió a llorar. ¿Ha oído lo que ha dicho, madre?
La señora Wang es esposa de Jia Zheng, alto funcionario del Ministerio de Obras Públicas y, según la tradición de la sociedad feudal, comparte la nobleza y dignidad de su esposo, por lo que tiene una alta posición social. Jia Baoyu, su hijo, debe someterse a la autoridad de la señora Wang y está obligado a llamarla siempre “太太” en vez del término de parentesco “母亲”. En la versión traducida, la palabra “señora” y el verbo conjugado en tercera persona singular transmiten a la perfección el sentido original de respeto y de jerarquía social. Para Jia Yun, un joven sin padre ni fortuna económica, el uso de “母亲” es adecuado y su equivalente “madre” no sólo corresponde a la posición social de la familia, sino que también pone de manifiesto la reverencia que siente el hijo. La tía Xue es hermana de Wang Ziteng, inspector general de Nueve Provincias, y esposa de un comerciante imperial, y, por ende, merece el título de “夫人” o “太太”. Sin embargo, al morir su esposo, vive con sus dos hijos y juntos experimentan innumerables momentos felices y tristes, de allí surge entre ellos un afecto entrañable. La corta distancia horizontal justifica el uso del tratamiento afectivo “妈妈”. En este sentido, creemos que aquí “mamá” sería una traducción aún más apropiada que “madre”, puesto que, en el español estándar, el empleo de “mamá” hace más patente la proximidad y el afecto que siente el emisor con los destinatarios e indica un alto grado de confianza. Y cuando se combina con un verbo conjugado en segunda persona singular, transfiere con fidelidad el significado pragmático de intimidad.
4.2 Manifestar las características del entorno
En muchos casos, el entorno, o la situación espacial – temporal, juega un papel importante en la selección apropiada de un tratamiento. “贾母” o “la Anciana Dama” en lugares privados utiliza tratamientos en forma de bromas para designar a Wang Xifeng, llamándole “mona” (“猴儿”), “gamberra empobrecida” (“泼皮破落户”) o “fénix picante” (“凤辣子”); sin embargo, ante los sirvientes, la llama “vuestra segunda señora” (“你们二奶奶”) para mantener su imagen positiva. A pesar de que las relaciones vertical y horizontal entre ambas no cambian, se usan diferentes vocativos porque la situación circunstancial es distinta.
En segundo lugar, el contexto cultural se considera como un factor determinante en cuanto a la elección adecuada de un término de tratamiento, puesto que cada cultura cuenta con su propia tradición deíctica. En las familias chinas, los hijos tratan a los padres con más cortesía que los hijos americanos a sus padres, por ejemplo, utilizan frecuentemente el pronombre “usted”, en vez del uso directo del nombre. En Sueño en el Pabellón Rojo, Baoyu llama a su padre Jia Zheng “padre honorable” (“父亲大人”) o “señor” (“老爷”), términos que reflejan el respeto de los hijos hacia su padre en las familias chinas antiguas.
Por último, no debemos olvidar el contexto histórico, puesto que, según los estudios diacrónicos, el efecto pragmático cambia con el paso del tiempo. En nuestro caso, las formas de tratamiento de Sueño en el Pabellón Rojo, están marcadas por características típicas de la sociedad feudal de la dinastía Qing y se difieren en mayor o menor grado de las fórmulas modernas. Un ejemplo ilustrativo es la palabra “小姐”, que en aquella época, se refería a las señoritas de las familias nobles y lleva consigo connotaciones positivas, mientras que en el siglo XXI y en algunas regiones, se ha convertido en un eufemismo para designar a las prostitutas, y evidentemente, deja de ser un término de cortesía.
4.3 Mostrar la actitud y el estado emocional del hablante
Una de las funciones más relevantes de las fórmulas de tratamiento consiste en expresar implícitamente el estado de ánimo o actitud del hablante, ya que consciente o inconscientemente las usamos para demostrar nuestro descontento, desacuerdo, odio o impaciencia, con el fin de evitar la confrontación abierta con el interlocutor o evadir el deterioro completo de las relaciones interpersonales. Consideremos dos ejemplos de Sueño en el Pabellón Rojo:
Ejemplo 4 (Capítulo 55):
Versión original: 探春忙道: “姨娘这话说谁, 我竟不解。谁踩姨娘的头?”
Traducción nuestra: Pero ¿de qué habla, tía? –preguntó Tanchun-. No comprendo. ¿Quién está pisoteándola?
El vocativo empleado repetidamente por Jia Tanchun para dirigirse a su madre biológica, “tía” (“姨娘”), en vez de reflejar respeto, hace patente la actitud de Tanchun de distanciarse de su madre, concubina de su padre, advirtiéndole de forma indirecta que, sea como sea, la autoridad de una señorita es intangible.
Ejemplo 5 (Capítulo 47):
Versión original: 刚至大门前,早遇见薛蟠在那里乱嚷乱叫说:“谁放了小柳儿走了!” ……薛蟠哼哼着道:“好兄弟。” 湘莲便又一拳。薛蟠“哎呦”了一声道:“好哥哥。”
Traducción de Zhao Zhenjiang: Llegó hasta el portón principal, donde Xue Pan gritaba fuera de sí: ¡¿Quién ha dejado escapar al pequeño Liu?!…… Hermanito querido… lloriqueó Xue Pan. Xianglian le propinó otro puñetazo. ¡Au! -aullaba el otro-. Querido hermano mayor.
En un principio, Xue confundió a Liu con un actor común y lo llamó “pequeño” (“小”), término algo despectivo que refleja la distancia de posición social entre un señor adinerado y un sirviente humilde, pero Liu, al igual que Xue, proviene de una familia noble. Humillado y enfadado por este trato inadecuado y descortés, golpeó fuertemente a Xue y este, incapaz de soportar más, comenzó a emplear gradualmente formas de tratamiento más corteses, desde “hermanito querido” (“好兄弟”) hasta “querido hermano mayor” (“好哥哥”), mostrando así su actitud de respeto.
4.4 Transmitir la intención comunicativa del hablante y llevar a cabo actos ilocutivos
En la comunicación, lo que decimos a veces es diferente a lo que queremos decir, o sea, en un enunciado, el sentido proposicional no siempre coincide del todo con el sentido pragmático. Por una parte, utilizamos los medios que consideramos más idóneos para alcanzar nuestros fines, por ejemplo, las fórmulas de tratamiento, ya que la mención directa del objetivo puede causar el disgusto del oyente; por otra parte, cuando recibimos algún término de tratamiento, necesitamos averiguar la verdadera intención que llevan oculta esos signos lingüísticos, la cual resulta mucho más complicada que la simple suma de significados de cada uno de los vocablos. Considérese los siguientes ejemplos:
Ejemplo 6 (Capítulo 6):
Versión original: 宝玉含羞央告道:“好姐姐,千万别告诉人。”
Traducción de Zhao Zhenjiang: Por favor, hermanita, no se lo digas a nadie -suplicó Baoyu, avergonzado.
Ejemplo 7:
Versión original: 好姐姐,你可“真是”我的好姐姐啊!
Traducción nuestra: Buena hermana, eres realmente mi buena hermana.
Desde el punto de vista del emisor, en el Ejemplo 6, lo que quiere Bao Yu es hacer una petición de forma cortés a Xi Ren, reduciendo al mínimo el coste para ella, y en el Ejemplo 7, la intención comunicativa consiste en criticar indirectamente, ya que el reproche contundente como “has hecho muy mal” dañaría la imagen positiva del interlocutor. Y por parte del destinatario, tiene que deducir el sentido pragmático de la misma forma lingüística, y a través del contexto, interpreta la primera “好姐姐” como un atenuante que corresponde a la cortesía negativa, y toma la segunda como una crítica eufemística en vez de elogios.
Cuando el emisor selecciona un tratamiento de acuerdo con su intención y el destinatario la capta mediante un proceso de inferencias, se lleva a cabo un acto de habla. En este sentido, las fórmulas de tratamiento pueden entenderse como una máscara bonita que cubre la verdadera intención del emisor y un instrumento muy usual para realizar de forma agradable actos ilocutivos, tales como ordenar, criticar, consolar, hacer preguntas.
5. La cortesía china y las fórmulas de tratamiento en chino
En la cultura china, el gran filósofo Confucio cree que, para restaurar li, es necesario rectificar los nombres (正名), es decir, colocar a cada individuo en su lugar de acuerdo con su posición social, denominándolo con el nombre que le corresponda.
“Si los nombres no son los correctos, las palabras no se ajustarán a lo que representan. La incoherencia discursiva conduce al fracaso de la empresa. La frustración de la causa impedirá la prosperidad de los sistemas rituales y de la música, que a su vez, afectará al acierto de penas y castigos. Ante la falta de la justicia, el pueblo no sabrá a qué atenerse.” (“名不正,则言不顺;言不顺,则事不成;事不成,则礼乐不兴;礼乐不兴,则刑罚不中;刑法不中,则民无所错手足。”)
El filósofo chino relaciona la utilización correcta del lenguaje, o más concretamente las formas de tratamiento (los nombres), con la recuperación del li, tomando aquella como la base de esta. En la vida cotidiana, cada persona tiene su propia etiqueta que corresponde a su estrato social. Un sirviente debe llamarse a sí mismo “esclavo(奴才)” y a su señor “gran hombre (大人)” o “dueño (主子)”. Si no, recibirá duros castigos por haber ofendido a los superiores (犯上). Siendo igualmente esposas, las mujeres reciben diferentes tratamientos según la posición social de su marido: “La esposa del hijo del cielo (天子:emperador) se llama hou (后: emperatriz); la del zhuhou (诸侯: duque o príncipe), furen (夫人: dama); la del dafu (大夫: cortesano de alto nivel), ru (孺: señora); la del shi (士: funcionario, cuyo rango político es inferior al de dafu), fùren (妇人, esposa); y la del shuren (庶人: gente común y corriente), qi (妻: mujer)”. Dentro del sistema estricto de tratamientos, cada persona está obligada a designarse debidamente a sí mismo y elevar a otros, manteniendo de esta forma el orden de la sociedad.
Bajo la influencia del pensamiento de Confucio, los tratamientos chinos están intrínsecamente relacionados con la cortesía, y presentan sus propias peculiaridades:
5.1 La jerarquía-los términos de parentesco y vocativos sociales
Guanzi, un filósofo famoso de la China Antigua, dijo: “Entre los superiores e inferiores, se respeta la cortesía; entre los nobles y humildes, se mantiene la distancia; entre los mayores y menores, rige la jerarquía; y entre los ricos y pobres, se marca el límite. Estas cuatro reglas constituyen la esencia de li.” (上下有义,贵贱有分,长幼有等,贫富有度。凡此八者,礼之经也。). Se trata de un principio jerárquico centrado en la relación vertical y que se aplica en el régimen de los términos de parentesco y los vocativos sociales.
Veamos cómo se comporta Daiyu, cuando se encuentra por primera vez con Xifeng:
Ejemplo 8 (Capítulo 3):
Versión original: “黛玉正不知以何称呼,只见众姊妹都忙告诉他道:
‘这是琏二嫂子。’黛玉虽不识,也曾听见母亲说过,大舅贾赦之子贾琏,娶的就是二舅母王氏之内侄女,自幼假充男儿教养的,学名叫作王熙凤。黛玉忙赔笑见礼,以‘嫂’称之”。
Traducción nuestra: Daiyu no supo cómo tratar a ella hasta que sus primas acudieron en su ayuda, diciéndole:
Es la esposa del segundo primo Lian. Aunque nunca la había conocido, Daiyu sabía por su madre que Jia Lian, el hijo de Jia She, el tío hermano mayor de su madre, se había casado con la sobrina interior de la Dama Wang, la esposa de su segundo tío materno. Había sido educada como un muchacho y recibido el nombre escolar de Wang Xifeng. Daiyu la saludó enseguida sonriendo: Cuñada esposa del primo mayor.
Los chinos prestan extrema atención a las relaciones familiares, por lo que los términos de parentesco son muy complicados, estableciendo una nítida distinción en función de la línea recta y la colateral, la rama paterna y la materna (“内侄女”, sobrina interior), la consanguinidad y la afinidad (“嫂”, cuñada esposa del primo mayor), los mayores y menores (“琏二嫂子”, cuñada esposa del segundo primo), el sexo masculino y el femenino (“大舅” y “二舅母”, tío mayor materno y tía esposa del segundo tío materno).
En comparación con los términos de parentesco en español, los en chino abarcan significados más concisos. Por ejemplo, “伯父,叔父,舅父,姑父,姨夫” solamente tienen una contraparte en el idioma español, tío (Dai, 2022). La distinción entre “伯” y “叔”, “兄” y “弟” pone de relieve la suma importancia que conceden los chinos a la jerarquía generacional. Es decir, los menores tienen la obligación de someterse a la autoridad de los mayores, ya que estos asumen plena responsabilidad de la familia, tal y como afirma un dicho chino: “El hermano mayor es como el padre de los hermanitos, cuando el padre esté ausente” (“长兄为父”).
Además, dado que China era un país básicamente patriarcal, considerábamos la rama paterna como parientes del interior o parientes cercanos, y la rama materna, parientes de afuera o familiares lejanos, lo cual constituye la raíz del complejo de inferioridad que siente Daiyu cuando vive en la casa de su abuela materna. Ahora veamos un ejemplo concreto:
Ejemplo 9 (Capítulo 3):
Versión original: 这熙凤携着黛玉的手,上下细细打量了一回,仍送至贾母身边坐下,因笑道:“况且这通身的气派,竟不像老祖宗的外孙女儿,竟是个嫡亲的孙女儿”。
Traducción nuestra: Xifeng la tomó de la mano y acto seguido la miró de pie a la cabeza. Luego volvió a llevarla al lugar junto a la Anciana Dama- ¡Todo su porte es distinguido¡ Más parece nieta de la rama paterna de nuestra anciana antepasada que nieta de la rama materna.
En la familia Jia, Daiyu, la nieta de la rama materna, lleva un apellido familiar diferente (Lin) y se considera como persona de fuera o una huésped, mientras que las nietas paternas, como Yuanchun, Yingchun, Tanchun, Xichuan, son las verdaderas familiares y por lo tanto merecen el apellido Jia. Con esta frase, Xifeng, experta de la manipulación de relaciones interpersonales, intenta lograr los siguientes objetivos: en primer lugar, se comporta de forma cortés ante Daiyu, dándole una calorosa bienvenida e insinuándole que la va a tratar como a los parientes más cercanos; en segundo lugar, pretende halagar a la Anciana Dama, quien se encuentra en la cúpula de la pirámide jerárquica, ya que el hecho de elogiar primero el porte y la belleza de Daiyu y luego equipararla como la nieta paterna de la anciana dama constituye una estrategia indirecta de alabar la elegancia de la dama, manteniendo de una vez la imagen positiva de las dos. Cabe señalar que, sin un trasfondo cultural y los conocimientos previos del valor pragmático del sistema deíctico chino, un lector hispanohablante no puede entender del todo lo que realmente transmite este enunciado ni tampoco comprender el fin comunicativo que impulsa a Xifeng a seleccionar esta fórmula lingüística.
Por otro lado, a lo largo de la historia, hemos formado un sistema jerárquico bien definido, es decir, “entre los superiores e inferiores, se respeta la cortesía, entre los nobles y humildes, se mantiene la diferencia.” (上下有义,贵贱有分), idea que da origen a innumerables vocativos sociales, que se relacionan principalmente con la profesión, el cargo, el título académico, el rango militar, etc.
En Sueño en el Pabellón Rojo, contamos con abundantes ejemplos de este tipo, entre los cuales se destacan “老太太” (anciana señora), “老爷” (anciano señor), “夫人” (dama), “奶奶” (señora), “爷” (señor) y “姑娘” (señorita), que reflejan a las claras la jerarquía rígida de la sociedad feudal. A veces, la distancia social incluso se sobrepone a las relaciones familiares y, por lo tanto, se puede o se requiere llamar a los parientes nobles con los vocativos sociales en vez de los términos de parentesco. Veamos unos ejemplos concretos.
Baoyu, en la mayoría de los casos, llama a su madre “太太” (señora) y a su padre, “老爷” (señor), porque, por una parte, los menores deben adoptar una actitud humilde ante los mayores, y, por otra parte, el padre pertenece a la clase privilegiada, siendo alto funcionario del Ministerio de Obras Públicas. Sin embargo, cuando el estatus social de una persona menor es mucho más alto que la mayor, esta debe seleccionar un término de respeto para tratar a aquella, ignorando la distancia de edad. Por ejemplo, el señor Jia Zheng debe llamar a su hija Jia Yuanchun “贵妃” (Noble consorte imperial) o “娘娘” (Su Alteza), ya que ella ha obtenido el título de “Concubina imperial de mérito y virtud” y, en consecuencia, goza de la dignidad real.
Al tratar a un pariente adulto con determinado estatus social, se tiene que usar vocativos sociales con el fin de mantener su dignidad, ya que como se ha expuesto anteriormente, el honor y el ser reconocido socialmente ocupa un lugar trascendental en la cortesía china. Por ejemplo, la anciana dama usa “二老爷” (segundo señor) para llamar a su hijo Jia Zheng cuando están presentes otros miembros de la familia.
La concubina Zhao, siendo madre biológica de Jia Tanchun, está obligada a tratar a su propia hija con el término social “姑娘” (señorita, una forma honorífica), puesto que la posición social de una concubina es inferior a la hija de un señor.
5.2 La denigración propia y los términos de respeto y modestia
Una de las manifestaciones lingüísticas más destacadas de la cortesía china se encuentra en los términos de respeto y modestia, los cuales se utilizan frecuentemente en las comunicaciones interpersonales.
Según el Clásico de Li (《礼记》), “Li significa denigrarse uno a sí mismo y elevar a los demás. No se debe faltar al respeto a los vendedores de la calle, ni mucho menos a los nobles y ricos” (“夫礼者,自卑而尊人。虽负贩者,必有尊也, 而况富贵乎”). Un chino suele llamarse a sí mismo con “拙” (torpe), “愚” (tonto), “鄙” (grosero), “小” (joven), mientras que se dirige a otros con “尊” (respetable), “令” (bondadoso), “贵” (noble), “老” (anciano), entre otros.
En comparación con el principio de la jerarquía, que nos obliga a tratar a otros de acuerdo con el estatus social, el principio de la denigración propia se destaca por su característica indiscriminada, o, dicho de otro modo, cualquier persona, sea rica o pobre, noble o humilde, superior o inferior, debe seguir la norma social de comportarse con sumo respeto y humildad ante la gente.
Así, Baoyu, protagonista de Sueño en el Pabellón Rojo, ha sido llamado “二爷” (segundo señor) en su propia mansión por los sirvientes, “父亲大人” (gran padre) por su hijo adoptado Jia Yun, “世兄” (hermano mayor de la familia que tiene amistad con la mía durante generaciones) por su amigo, “令郎” (su bondadoso hijo) o “宝公” (caballero Bao) por los súbitos de su padre, “犬子” (hijo perro) o “畜生” (hijo del animal) por su propio padre, y puede denigrarse a sí mismo con “晚生” (nacido en años recientes) frente a su profesor, “弟” (hermano menor) o “井底之蛙” (rana en el pozo) cuando se reúne con sus amigos.
Otro ejemplo representativo es la siguiente conversación entre Jia Yucun y Lin Ruhai:
Ejemplo 10 (Capítulo ٣):
Versión original: 雨村一面打恭,谢不释口,一面又问:“不知令亲大人现居何职?”如海笑道:“若论舍亲,与尊兄犹系同谱,乃荣公之孙。”
Traducción de Zhao Zhenjiang: Yucun hizo una profunda reverencia y dijo: ¿Me permite preguntarle qué cargo ostenta su respetable cuñado? Ruhai sonrió: Mis humildes parientes pertenecen al mismo clan que usted. Son los nietos del duque de Ronguo.
Los términos “令亲” (“su respetable cuñado”) y “舍亲” (“mis humildes parientes”), constituyen formas de tratamiento simétricas: una destinada a elogiar a los parientes de otros y, la otra, a designar a los propios familiares. La traducción literal invita a los lectores a considerar las diferencias en los sistemas de referencia entre ambas culturas, facilitando así una comprensión más profunda de la cortesía china.
5.3 La cordialidad de actitud y el uso generalizado de términos de parentesco
El uso generalizado de términos de parentesco, una de las características más destacadas de los tratamientos chinos, consiste en llamar con términos de parentesco a otros miembros de la comunidad, con quienes no comparten ninguna relación sanguínea. Tiene como objetivo reducir la distancia psicológica y sentimental con el destinatario y crear de esta forma un ambiente favorable al éxito de la comunicación, ya que dada la suma importancia que concedemos los chinos al parentesco, consideramos a los parientes como los más confiables y, en consecuencia, la socialización de estos términos muestra la actitud de incluir a los demás en nuestra propia familia, garantizándoles la plena sinceridad y cordialidad en las futuras interacciones. Confucio afirma que “si el caballero es deferente y cortés con el prójimo, todos los que habitan en los Cuatro Mares son sus hermanos. ¿Cómo podría un caballero quejarse de no tener hermanos?” (“君子敬而无失,与人恭而有礼。四海之内,皆兄弟也——君子何患乎无兄弟也”). De hecho, no nos faltan ejemplos ilustrativos en Sueño en el Pabellón Rojo.
Ejemplo 11 (Capítulo 2):
Versión original: 雨村忙笑问道:“老兄何日到此?弟竟不知。”
Traducción nuestra: ¿Cuándo ha llegado, hermano mayor? -preguntó Yucun sonriendo-. Su hermano menor no lo sabía.
Ejemplo 12 (Capítulo 6):
Versión original: 刘姥姥忙迎上来问道: “好啊,周嫂子!” 周瑞家的认了半日,方笑道:“刘姥姥,你好呀!”
Traducción nuestra: Al verla, la abuela Liu se adelantó saludando: ¡Cuñada Zhou! ¿Cómo estás? Ésta tardó en reconocerla, hasta que respondió con un gesto de sonrisa: Hola, abuela Liu.
En estos dos ejemplos, Leng Zixing y Jia Yucun, la abuela Liu y la esposa de Zhou Rui no son parientes, pero se tratan entre sí con vocativos de parentesco “hermano mayor” (“老兄”), “hermano menor” (“弟”), “cuñada Zhou” (“周嫂子”) y “abuela Liu” (“刘姥姥”) para mostrar la extrema cordialidad y cariño y reforzar las relaciones interpersonales.
Después de analizar las manifestaciones concretas de la cortesía china en los términos de tratamiento, nos surge la siguiente pregunta: “¿podemos encontrar fenómenos semejantes en países hispanohablantes?”
En español, la gente, aparte de usar el pronombre personal de “yo” para referirse a sí mismo, en algunas ocasiones, también recurre a términos de cortesía, como “nosotros”, que muestra la camaradería y simpatía con los demás, manteniendo al mismo tiempo su imagen positiva; “uno”, que corresponde a la forma indirecta, o “su servidor”, que manifiesta la disposición de servir a los demás, y, por lo tanto, maximiza el beneficio para el otro y el coste para el “yo”. Sin embargo, en contraposición con la abundancia de las formas de tratamiento para el “yo” en chino, las en español evidentemente son más escasas y simples, contraste que supone un obstáculo para la transferencia entre ambos idiomas.
En cuanto a los tratamientos de respeto en español, tenemos la distinción T/V (tú/usted). Según el Diccionario de uso del español (1998), “dos formas usuales de nombrar a una persona al dirigirse a ella son la familiar, tú, y la más respetuosa, usted”. La Real Academia Española, a su vez, define usted con la siguiente acepción: “Usted: Forma que, en nominativo, en vocativo o precedida de preposición, designa a la persona a la que se dirige quien habla o escribe. U. generalmente como tratamiento de cortesía, respeto o distanciamiento.”
De hecho, el pronombre usted puede constituir una de las formas de tratamiento más usuales para mostrar respeto hacia el prójimo.
Por lo que respecta a las formas nominales, contamos con “don/doña+ nombre de pila”, “señor/señora + apellido/título/profesión”, “caballero”, “Su Majestad”, “Su Alteza”, “Vuestra Sanidad”, “Su Excelencia” o “Su Señoría”. Con el fin de presentar el respeto, también se puede anteponer adjetivos a los términos de tratamiento, tales como “excelentísimo”, “ilustrísimo”, “distinguido”, “estimado”, “querido”, entre otros.
Además, se usa con frecuencia términos sociales como forma de respeto y reconocimiento de la posición social del destinatario, manteniendo de esta forma su imagen positiva. Por ejemplo, el modelo de “señor/señora + cargo” (señor presidente, señor rector, señor director, señor alcalde, señor ministro, señor decano), el modelo de “cargo + apellido” (Presidente Biden, Papa Benedicto XVI), o el grado académico (doctor Kirchner), etc.
Los tratamientos de respeto en chino y en español tienen ciertas diferencias. Por ejemplo, los chinos suelen usar “老” (anciano/a) para componer un término de respeto: en Sueño en el Pabellón Rojo, “老祖宗” (la anciana antepasada), “老世翁” (anciano cuya familia tiene amistad con la nuestra durante generaciones), “政老前辈” (anciano de generaciones anteriores Zheng), “李老太太” (anciana señora Li), etc. Según la tradición, “los ancianos son tesoros en casa”, porque gozan de buenas cualidades: rica experiencia, desbordante sabiduría y enorme prestigio. Sin embargo, en español, la palabra “viejo” se asocia con la decadencia y debilidad, connotación peyorativa que da origen a numerosas expresiones eufemísticas sustitutas, tales como “adulto mayor”, “de edad avanzada” o “de tercera edad”. Por otra parte, el uso de “viejo/a” en el sistema de tratamiento se limita principalmente a mostrar el cariño y afecto, por ejemplo, se emplea para referirse a los padres de forma cariñosa, de modo que su valor pragmático se difiere del de “老”.
En cuanto a los términos de parentesco, los en español son menos complicados, puesto que no distingue la rama paterna y la materna, ni presta atención al orden de una generación ni concede prioridad al sexo masculino. Por ejemplo, la palabra “hermana” tiene el significado más laxo, refiriéndose tanto a “姐姐” como a “妹妹” o el término “abuela” ignora la rama paterna y la materna, haciendo referencia a “奶奶” y “外婆” en chino.
Algunos nombres de parentesco como hermano/a, primo/a, cuñado/a se usan más en función designativa que en la apelación cara a cara y muchas veces se sustituyen por el nombre de pila o sus formas diminutivas u otras formas afectivas como “cariñito”, “cielo”, “guapo”, mientras que, en China, cuando tratamos a un pariente, sobre todo a los mayores, la forma más apropiada son términos de parentesco. Y la violación de esta norma, por ejemplo, llamar al hermano mayor con su nombre en vez de “哥哥”, se considerará como algo descortés.
Por último, al igual que los nombres de parentesco en chino, los en español también pueden referirse a personas con quienes el emisor no tiene relaciones parentales reales. Por ejemplo, un profesor puede decir a un alumno: “¡Javi, hijo, siéntate un momentito!” Aquí, el profesor evidentemente no es el padre biológico del alumno, pero llama a este con “hijo” para mostrar el cariño y al mismo tiempo mantener su imagen positiva.
Sin embargo, en países hispanohablantes el uso generalizado de términos de parentesco en personas que no sean miembros de la familia a veces tiene un valor pragmático diferente al en China. El tratamiento “tío” se usa generalmente entre buenos amigos, y si se lo aplica al trato a los desconocidos, se suscitaría el descontento del oyente (Álvarez, 2005). En cambio, las expresiones “伯伯” y “叔叔” se consideran como formas corteses para dirigirse tanto a desconocidos como a conocidos, haciendo referencia a hombres que pertenecen a la misma generación de nuestros padres.
En fin, las características de cortesía en chino y en español comparten muchas semejanzas, pero con sus respectivas peculiaridades, o más concretamente, una forma cortés de tratamiento en chino puede resultar igualmente cortés, demasiado cortés, menos cortés, o descortés en español.
En el presente trabajo, hemos encontrado un marco teórico adecuado -la teoría pragmática de cortesía- para analizar los tratamientos en chino y en español. Hemos identificado, basándose en abundantes ejemplos de Sueño en el Pabellón Rojo, las características pragmáticas de los tratamientos en chino, así como sus similitudes y diferencias con las en español. Los tratamientos chinos cuentan con tres características pragmáticas, a saber: la clasificación del vocabulario de parentesco y vocativos sociales según criterios rigurosamente jerárquicos, el uso preferencial de términos que implican mucho respeto hacia el interlocutor y subestimación hacia el mismo sujeto, y finalmente, el uso generalizado de términos de parentesco en contactos sociales. En países hispanohablantes, también se pueden encontrar fenómenos semejantes, pero su valor pragmático registra diferentes matices.
Los tratamientos no son meramente términos deícticos, sino que pueden mostrar las convenciones comunicativas, la cultura de cortesía y la mentalidad de un pueblo. A través de las fórmulas de tratamiento en chino, también hemos intentado analizar la cortesía china y los motivos históricos y culturales que hay detrás, con el fin de favorecer la divulgación cultural de nuestra nación y los intercambios interculturales con otros países del mundo.
Debido a la falta de espacio, no hemos podido abordar ni profundizar a lo largo de estas páginas otros interesantes temas relacionados. Entonces, a modo de concluir, nos gustaría sugerir diversas perspectivas de investigación que se podrán desarrollar en el futuro:
En el área de las fórmulas de tratamiento, sería interesante analizar de forma exhaustiva las fórmulas de tratamiento en chino de la época moderna, para comprarlas con las en español desde el punto de vista lingüístico, cultural y pragmático, incluidas las formas de descortesía. En el área de la cortesía, sería recomendable realizar un estudio comparativo entre otras manifestaciones lingüísticas de cortesía en el idioma chino y el español. En el área de la traducción, interesaría hacer un estudio cuantitativo de los métodos de traducción de los tratamientos en Sueño en el Pabellón Rojo, investigar la traducción de otros fenómenos lingüísticos de la cortesía, por ejemplo, la forma de hacer peticiones, así como estudiar cómo traducir el sentido proposicional y el pragmático.
Álvarez, A., 2005. Hablar en español. Oviedo: Ediciones Nobel, S. A. Brown, P. y Levinson, S. 1987. Politeness: Some Universals in Language Usage. Cambridge: Cambridge University Press.
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1 En lo que se refiere a las relaciones entre li y limao, éste es el contenido y aquél es la forma (la traducción literal de limao es “apariencia de li”). Por otra parte, visto desde una perspectiva histórica, el limao es la cortesía china actualizada, que aún conserva la esencia tradicional de li mientras adquiere nuevas características con el transcurso del tiempo.
2 En china, tenemos la costumbre de devolver la cortesía (还礼), es decir, si alguien nos trata de forma cortés, también tenemos que tratarles con la misma amabilidad y respeto. Este fenómeno se llama “reciprocidad de la cortesía” (礼尚往来).
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